Tu médico, una vez que analice tus síntomas y tu historial clínico, examinará tus uñas para valorarlas y realizará un raspado para obtener muestras para examinarlas en el microscopio, confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de hongo presente.
El tratamiento dependerá de la gravedad y el tipo de hongo que está produciendo la infección, pero por lo general necesitarás ingerir antifúngicos orales con el fin de que nazca una nueva uña sana. También es posible que requieras un esmalte de uñas antifúngico para aplicar diariamente en las uñas dañadas.
En ocasiones es necesario combinar tratamientos antifúngicos orales y tópicos. Sin embargo, debes considerar que eliminar una infección fúngica puede llevar varios meses y que puede aparecer nuevamente.
Si la infección es grave y presentas mucho dolor, es probable que tu médico extraiga la uña dañada para aplicar el antifúngico de manera directa y atacar con mayor fuerza la infección.
Prevención:
Tú puedes llevar a cabo las siguientes medidas para reducir el riesgo de desarrollar hongos en las uñas, como:
- Corta las uñas en forma recta y suaviza los bordes con una lima.
- Evita caminar descalzo en áreas públicas.
- Evita usar uñas postizas.
- Lávate las manos después de tocar una uña infectada.
- Mantén tus pies limpios y secos.
- Realiza higiene de manos y pies diariamente.
- Usa medias o calcetines limpios todos los días y que ayuden a absorber el sudor.
- Utiliza calzado con ventilación y no uses los mismos zapatos varios días seguidos.
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