Se trata de una patología infecciosa de naturaleza bacteriana, denominada también como listeriosis, la cual se transmite a través del consumo de alimentos contaminados con listeria, una bacteria especialmente peligrosa para embarazadas, personas inmunodeprimidas y adultos mayores.
Por lo general, la infección por listeria se produce al ingerir embutidos contaminados por un proceso de producción deficiente, productos elaborados con leche sin pasteurizar, vegetales crudos sin desinfectar o carnes contaminadas.
En las mujeres embarazadas, quienes son más susceptibles a contraer una infección por listeria, puede no ocasionar mayores problemas en ellas, pero para el bebé puede ser fatal, ocasionando aborto espontáneo, muerte fetal intrauterina, nacimiento prematuro o infección de consecuencias mortales posterior al nacimiento.
También puede ser devastadora para personas con las siguientes características:
- Adultos mayores.
- Individuos con un sistema inmunológico deprimido.
- Con VIH/SIDA.
- En sesiones de quimioterapia.
- Diabéticos.
- Con insuficiencia renal.
Las complicaciones más graves de una infección por listeria pueden ser una septicemia o una meningitis.