¿Qué es Invaginación?

Es un padecimiento de gravedad en el que una porción intestinal se resbala dentro de otra como si fuera un efecto telescópico, generando un bloqueo que impide el paso de comida y bebida, pudiendo detener la circulación sanguínea en el área dañada, lo que es posible que produzca una perforación intestinal susceptible de infectarse seriamente con riesgo de necrosar el tejido.

La invaginación o intususcepción, como también se le conoce a esta enfermedad, es la causa más común de bloqueo intestinal en niños menores de tres años, aunque también puede afectar a los adultos.

El origen de la invaginación en infantes no se conoce, pero se considera que puede ser resultado de alguna infección viral o a la presencia de divertículos de Meckel en el intestino delgado.

En el caso de los adultos, se han identificado diversas causas, entre ellas:

• Tumoraciones.
• Pólipos.
• Enfermedad de Crohn.
• Formación de tejido cicatricial en el intestino.
• Haberse sometido a un bypass gástrico.
• Cirugía previa en el intestino.
• Inflamación debido a enfermedades como la enfermedad de Crohn

La invaginación en niños suele corregirse sin grandes dificultades, pero en los adultos, lo normal es que sea necesario un procedimiento quirúrgico para reparar la anomalía.

• Cólicos abdominales intermitentes que incrementan su intensidad y frecuencia con el paso del tiempo.
• En bebés, llanto frecuente con movimiento de las rodillas hacia la zona pectoral.
• Presencia de sangre y mucosidad en la materia fecal.
• Náusea.
• Vómito.
• Abdomen abultado.
• Fatiga.
• Episodios diarreicos persistentes.

La complicación más grave de la invaginación es la necrosis de tejido que causa una perforación intestinal y provoca peritonitis, que es una infección abdominal de alto riesgo.

Una vez que el médico analice tus síntomas o los de tu hijo, realizará una revisión física para encontrar signos de la afección, tales como el abultamiento en el abdomen.

Asimismo, te solicitará estudios como radiografía, ecografía y tomografía computarizada, para poder emitir un diagnóstico certero sobre la afección y su gravedad.

El tratamiento a seguir dependerá de la seriedad del daño y de si existe perforación intestinal o ya se presentó un caso de peritonitis, pero suele incluir:

• Enema con aire.
• Medicamentos.
• Cirugía.

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