Se trata de daños sufridos en la médula espinal por efecto de traumatismos o padecimientos, los cuales afectan la capacidad funcional, de movimiento, fuerza y sensibilidad en áreas corporales que se encuentran debajo del lugar donde se produjo el daño, afectando al paciente no solo de manera física, sino también mental y emocionalmente, con repercusiones sociales en su vida cotidiana.
También conocidas como mielopatías, las lesiones medulares se originan por afectaciones en la médula espinal, los discos y vértebras de la columna vertebral, las cuales pueden ser consecuencia de:
- Traumatismos por accidentes, caídas, violencia o deportes de contacto.
- Artritis.
- Osteoporosis.
- Cáncer.
- Patologías inflamatorias.
- Enfermedades degenerativas que afectan la columna vertebral.
Las lesiones de la médula espinal son mucho más frecuentes en varones entre los 15 y los 30 años de edad, aunque también existe incidencia significativa en la tercera edad.
Si bien, todavía no es posible reparar muchos de los daños medulares, los avances médicos y tecnológicos indican que progresivamente podrá irse logrando.
Por ahora, las terapias existentes y los programas de rehabilitación suministran las herramientas para desarrollar las capacidades del paciente para ser lo más independiente posible y tener una mejor calidad de vida.