Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, llevará a cabo un examen físico y te practicará una serie de estudios para descartar otros padecimientos y confirmar el diagnóstico, entre ellos:
- Pruebas sanguíneas.
- Biopsia de médula ósea.
- Punción lumbar.
El tratamiento a seguir dependerá del grado de avance de la leucemia mielógena aguda, el subtipo al que pertenece y tus condiciones generales de salud, pero, por lo general, incluye sesiones de quimioterapia, radioterapia y terapia dirigida.
Cuando esta terapéutica no obtiene resultados positivos, la alternativa es un trasplante de médula ósea o tratamientos de experimentación en ensayos clínicos.
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