Después de que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, llevará a cabo una revisión física y te pedirá estudios como:
- Análisis de sangre.
- Biopsia de tejido.
- Biopsia de médula ósea.
- Tomografía computarizada.
El tratamiento a seguir dependerá del tipo de linfoma, tamaño, localización y grado de avance, pero, por lo general incluye:
- Extirpación quirúrgica del tejido afectado.
- Quimioterapia.
- Radioterapia.
- Terapia dirigida.
- Fototerapia.
- Esteroides.
- Trasplante de células madre.
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