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¿Qué es la miocardiopatía hipertrófica?

26 de noviembre 2025

La miocardiopatía hipertrófica es una enfermedad del músculo cardíaco que provoca un engrosamiento anormal del miocardio, especialmente en el tabique que divide las cavidades del corazón. Muchas personas la relacionan con tener un corazón grande o un crecimiento de corazón, pero no siempre un corazón aumentado es peligroso; lo que vuelve a esta condición potencialmente seria es que el músculo se vuelve rígido y dificulta que la sangre salga adecuadamente del corazón, obligándolo a trabajar con mayor esfuerzo.

Este padecimiento puede ser cardiopatía congénita (hereditario) o adquirido, y su gravedad varía mucho: algunas personas nunca presentan síntomas, mientras que otras pueden desarrollar complicaciones que ponen en riesgo la vida. Por eso, comprender qué provoca la miocardiopatía hipertrófica, cuáles son sus síntomas y cómo se diagnostica a tiempo con estudios como el ecocardiograma o el ECG, es fundamental para recibir tratamiento oportuno y prevenir complicaciones.

¿Qué provoca miocardiopatía hipertrófica?

La miocardiopatía hipertrófica suele estar relacionada con alteraciones genéticas que afectan la forma en que se contraen las fibras del músculo cardiaco. Esto significa que puede heredarse de uno o ambos padres. Cuando es genética, suele detectarse en etapas tempranas o durante estudios cardiológicos de rutina.

Sin embargo, también puede ser adquirida. Algunas causas o factores que favorecen el engrosamiento del músculo cardiaco incluyen:

  • Hipertensión arterial mal controlada: la presión elevada obliga al corazón a bombear con mayor fuerza, lo que puede ocasionar crecimiento de la pared del ventrículo.
  • Envejecimiento del corazón: con la edad, algunas personas desarrollan un engrosamiento leve del septum sin causa genética.
  • Enfermedades metabólicas o trastornos: afectan la estructura del músculo cardiaco.
  • Entrenamiento físico muy intenso durante muchos años: aunque normalmente se distingue del engrosamiento patológico.

En cualquiera de los casos, cuando el miocardio se vuelve demasiado grueso, puede generar una obstrucción del flujo sanguíneo, alterar el funcionamiento eléctrico del corazón (favoreciendo arritmias) y causar síntomas que requieren evaluación médica.

Miocardiopatía hipertrófica síntomas

Los síntomas de miocardiopatía hipertrófica pueden variar desde muy leves hasta graves. Muchas personas pueden no presentar molestias, por lo que el padecimiento pasa desapercibido hasta que se realiza un estudio como ecocardiograma por alguna otra razón.

Entre las miocardiopatías síntomas más frecuentes se incluyen:

  • Dolor o presión en el pecho, especialmente durante el ejercicio.
  • Mareo o sensación de desvanecimiento.
  • Pérdida del conocimiento (síncope) al realizar esfuerzo físico.
  • Palpitaciones o percepción del corazón latiendo muy rápido o irregular.
  • Arritmias, como fibrilación auricular.
  • Cansancio excesivo durante actividades físicas que antes se toleraban bien.
  • Dificultad para respirar durante el esfuerzo (disnea).
  • Soplo cardiaco, detectable durante la exploración médica.

Cuando la enfermedad es más avanzada, pueden presentarse complicaciones como:

  • Obstrucción severa al flujo de sangre, lo que provoca síntomas intensos.
  • Fibrilación auricular, que incrementa el riesgo de coágulos.
  • Insuficiencia cardiaca, derivada del endurecimiento del músculo cardiaco.
  • Anomalías en la válvula mitral, por el movimiento anormal del tejido engrosado.
  • Mayor riesgo de arritmias peligrosas, incluyendo paro cardiaco.

Si te preguntas si tener corazón grande es peligroso, la respuesta es: depende. Cuando el crecimiento del corazón se debe a miocardiopatía hipertrófica, sí puede ser peligroso si no se detecta y trata adecuadamente.

¿Cómo se diagnostica la miocardiopatía hipertrófica

El diagnóstico inicia siempre con una valoración médica completa: revisión de síntomas, antecedentes familiares, exploración física y escucha del corazón para identificar posibles soplos.

Posteriormente, se solicitan estudios que permiten evaluar la estructura y función cardiaca:

  • Ecocardiograma: es el estudio más importante para confirmar la enfermedad permite:
    • Medir el grosor del músculo cardiaco.
    • Evaluar si existe obstrucción del flujo sanguíneo.
    • Analizar la válvula mitral.
    • Ver el movimiento del tabique interventricular.
    • Es la prueba fundamental tanto para diagnóstico como para seguimiento.
Ecocardiograma para diagnosticar la presencia de miocardiopatía hipertrófica en un paciente.
  • Electrocardiograma (ECG): en la miocardiopatía hipertrófica ECG se muestran alteraciones en la actividad eléctrica del corazón, como:
    • Agrandamiento de cámaras.
    • Irritabilidad eléctrica.
    • Arritmias.
    • Aunque el ECG no confirma el diagnóstico por sí solo, suele mostrar cambios característicos que orientan al médico a pedir estudios más específicos.
  • Resonancia magnética cardiaca: permite obtener imágenes más detalladas del corazón, identificar fibrosis y diferenciar entre distintos tipos de cardiomiopatía.
  • Pruebas de esfuerzo: ayudan a evaluar la respuesta del corazón durante el ejercicio y detectar riesgo de síncope o arritmias inducidas por actividad física.
  • Estudios genéticos: pueden recomendarse cuando hay familiares con diagnóstico previo o cuando se sospecha un origen hereditario.

Detectar la enfermedad a tiempo permite dar tratamiento oportuno y reducir riesgos de complicaciones severas.

Miocardiopatía hipertrófica tratamiento

El tratamiento depende del tipo de miocardiopatía hipertrófica, la presencia o no de obstrucción al flujo sanguíneo, la gravedad de los síntomas y el riesgo individual de arritmias.

Los objetivos principales son:

  • Controlar los síntomas.
  • Reducir el riesgo de arritmias peligrosas.
  • Prevenir insuficiencia cardiaca o eventos cardíacos graves.
  • Mejorar la calidad de vida.

Los tratamientos incluyen:

  • Tratamiento farmacológico para ayudar a controlar síntomas y prevenir complicaciones, permiten reducir la demanda de oxígeno del corazón, mejorar la tolerancia al esfuerzo, ayudar a relajar el músculo cardíaco, prevenir coágulos o controlar arritmias.
  • Procedimientos especializados: cuando los síntomas son intensos o hay obstrucción significativa, pueden aplicarse procedimientos como:
    • Miectomía septal: cirugía en la que se retira una parte del músculo engrosado del tabique interventricular. Ayuda a:
      • Desbloquear el paso de la sangre.
      • Reducir síntomas como disnea y dolor.
      • Mejorar el funcionamiento de la válvula mitral.
      • Es uno de los tratamientos más eficaces en casos de obstrucción severa.
    • Ablación septal con alcohol: mediante un catéter, se inyecta alcohol en una arteria pequeña que irriga la zona engrosada, provocando su reducción progresiva. Es una alternativa mínimamente invasiva cuando la cirugía no es recomendada.
    • Implantación de un desfibrilador cardioversor implantable (DAI): Se coloca bajo la piel y monitorea el ritmo cardiaco. En caso de arritmia peligrosa, se puede aplicar una descarga eléctrica para evitar un paro cardiaco. Es fundamental en pacientes con alto riesgo de arritmias letales.

¿Tiene cura la miocardiopatía hipertrófica?

No existe una cura definitiva, especialmente cuando es de origen genético. Sin embargo, la enfermedad puede controlarse de manera muy efectiva.

Con tratamiento adecuado, cambios en el estilo de vida y seguimiento médico, la mayoría de los pacientes pueden tener una vida normal o casi normal.

La clave está en:

  • Diagnóstico oportuno.
  • Tratamiento personalizado.
  • Evaluación del riesgo de arritmias.
  • Evitar esfuerzo físico extremo sin supervisión médica.
  • Revisiones periódicas con cardiología.

¿Cuánto puede vivir una persona con miocardiopatía hipertrófica?

La esperanza de vida en personas con miocardiopatía hipertrófica suele ser alta, especialmente cuando reciben tratamiento oportuno y adecuado.

Muchos pacientes viven hasta edades avanzadas sin mayores complicaciones.

Los factores que determinan la expectativa de vida incluyen:

  • Tipo de miocardiopatía (obstructiva o no obstructiva).
  • Control adecuado de síntomas.
  • Presencia o ausencia de arritmias.
  • Si existe riesgo de muerte súbita.
  • Acceso a seguimiento y tratamiento especializado.

La detección temprana y el control adecuado pueden reducir significativamente el riesgo de complicaciones graves.

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Fuentes:

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    Ricardo Ostos

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