Conocidas también como miodesopsias, las moscas volantes se observan como telarañas, hilos, puntos, líneas o manchas diminutas en el campo visible.
La percepción es que se encuentran delante de los ojos, pero realmente están adentro de ellos, por tal razón, en el momento en que hay un intento de enfocarlas se desvanecen.
Las moscas volantes suelen manifestarse conforme envejecemos, debido a que el vítreo ocular va encogiéndose con el paso del tiempo y se forman líneas o aglutinamientos, de los cuales vemos su sombra proyectada en la retina, en especial cuando vemos una superficie uniforme y clara, como una pared blanca. Esas proyecciones son las denominadas moscas volantes.
Aunque no suelen tener consecuencias en la mayoría de los casos, también las moscas volantes pueden ser un signo de un desgarro o desprendimiento de retina inminente, lo cual es una situación de emergencia que compromete seriamente la visión, por lo que si se incrementa sustancialmente el número de moscas volantes, comienzas a ver destellos o se estrecha la visión periférica, acude a la brevedad con un oftalmólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Además del envejecimiento, existen otras posibles causas para la aparición de las moscas volantes, entre ellas:
- Uveítis.
- Desprendimiento o desgarro de retina.
- Procedimientos quirúrgicos en los ojos.
- Algunos fármacos.
- Hemorragias oculares por:
- Diabetes.
- Hipertensión.
- Traumatismos.