¿Qué es Neuralgia posherpética?

Se trata de un dolor crónico en la piel y el sistema nervioso ocasionado por la presencia del herpes zóster, el cual puede prevalecer durante meses o años después de que los signos característicos de este padecimiento viral se han ido.

Las personas de la tercera edad tienen más riesgos de padecer neuralgia posherpética, así como aquellos que tienen un sistema inmunitario débil. Sin embargo, existen otros factores que también pueden desencadenar la neuralgia posherpética, entre ellos:

• Haber padecido herpes zóster grave con dolor de gran intensidad y paralizante.
• Manifestación del herpes zóster en el rostro y el tórax.
• No estar vacunado contra el herpes zóster.
• Diabetes.
• Artritis.
• Cirrosis.
• Tratamiento tardío con antivirales después de la aparición del sarpullido.

• Episodios dolorosos intensos en el tórax o en un costado del cuerpo.
• Ardor.
• Intolerancia al contacto o roce con la piel afectada.
• Comezón.
• Entumecimiento.
• Insensibilidad.

A pesar de que la neuralgia posherpética no tiene cura, un tratamiento adecuado ayuda a reducir las molestias.

Entre los riesgos y complicaciones que se pueden desencadenar como consecuencia de una neuralgia posherpética, se encuentran:

• Estados de ánimo depresivos.
• Estrés y sentimientos de enojo, frustración e impotencia.
• Fatiga crónica.
• Pérdida del apetito.
• Trastornos del sueño.

Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará un examen físico en la piel para corroborar el diagnóstico.

El tratamiento de la neuralgia posherpética consiste en una combinación de fármacos que ayuden a disminuir el dolor y a controlar los síntomas, tales como:

• Analgésicos.
• Anticonvulsivos.
• Antidepresivos.
• Esteroides.
• Psicoterapia.

La vacuna es recomendable para prevenir contra el herpes zóster y la neuralgia posherpética en adultos mayores.

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