Una vez que el especialista analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y ejercerá presión sobre la articulación afectada con el objetivo de observar las áreas inflamadas y sensibles, así como la amplitud de movimiento y los ligamentos alrededor de la articulación dañada.
Asimismo, solicitará estudios de imagen que le ayuden a confirmar el diagnóstico, como:
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
- Tomografía computarizada.
Es posible que necesites cirugía si el fragmento se afloja y queda atrapado entre las partes móviles de la articulación o si tienes dolor continuo.
El objetivo del tratamiento de la osteocondritis disecante es reparar la funcionalidad de la articulación y eliminar el dolor, así como reducir el riesgo de osteoartritis, mediante:
- Analgésicos.
- Descanso.
- Dejar de hacer deporte o actividad física.
- Evitar todo movimiento que ocasione dolor.
- Terapia física y rehabilitación para fortalecer los músculos que dan apoyo a la articulación involucrada, favorecer la flexibilidad y fuerza.
- Uso de férulas, muletas o un dispositivo de inmovilización para prevenir el movimiento la articulación por unas semanas.
Cuando existe un fragmento suelto en la articulación o el área sigue dañada después de que los huesos dejaron de crecer, o los tratamientos convencionales no funcionan, es posible que se requiera una cirugía, la cual dependerá de la gravedad del daño y de la maduración de los huesos.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.