Con las picaduras de abeja se produce un fenómeno acumulativo de toxicidad, es decir, si te pica una abeja puedes presentar síntomas muy leves, pero la proxima vez, la sintomatología será un poco más intensa y así progresivamente.
De cualquier forma, aunque se trate de tu primera picadura, la reacción puede ser ligera, regular o grave, manifestándose en cada una de ellas los siguientes síntomas:
Ligera: la sintomatología desaparece en unas cuantas horas.
- Dolor intenso al momento de la picadura que se torna en molestia.
- Coloración rojiza alrededor de la picadura.
- Inflamación leve en la zona afectada.
Regular: tarda entre tres y siete días en desaparecer.
- Dolor intenso.
- Ardor de gran intensidad y enrojecimiento.
- Inflamación que se acentúa durante uno o dos días.
Grave: es potencialmente mortal, ya que puede producir un choque anafiláctico que debe atenderse urgentemente.
- Comezón, enrojecimiento extremo, sarpullido y ardor.
- Problemas de respiración.
- Lengua y garganta inflamadas.
- Aceleración del pulso.
- Náusea.
- Vómito.
- Diarrea.
- Mareo.
- Desmayo.
Si tienes una reacción grave, deberás recibir tratamiento de inmunoterapia para minimizar el efecto del veneno de abeja en un futuro episodio de picadura.
En el caso de que recibas más de 10 picaduras simultáneamente, el efecto acumulativo de la toxina te provocará síntomas severos como:
- Jaqueca.
- Vértigo.
- Episodios convulsivos.
- Temperatura elevada.
- Náusea
- Vómito.
- Diarrea.
- Pérdida del conocimiento.