¿Qué es Pioderma gangrenoso?

Se trata de un raro padecimiento que se manifiesta con el surgimiento de ulceraciones cutáneas en diversas áreas corporales, sobre todo, en las extremidades inferiores.

Dichas úlceras, que no representan infección ni contagio, se extienden y crecen a gran velocidad, despareciendo muchas veces, aunque suelen reaparecer de manera recurrente.

A pesar de que no se conoce la causa directa del pioderma gangrenoso, se considera que puede ser una afección del sistema inmunológico y que se relaciona con padecimientos autoinmunes como la artritis, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

Cuando padeces pioderma gangrenoso, cualquier lesión o herida cutánea suele implicar la aparición de nuevas ulceraciones, por lo que es importante tener el cuidado necesario para evitar daños en la piel que puedan agravar el caso.

La sintomatología característica comienza con:

• Abultamientos rojizos que pueden confundirse con picaduras de insecto.
• Ampollas que al reventar se convierten en llagas.
• Malestar general.
• Temperatura elevada

Con el paso de los días:

• Llagas protuberantes de coloración marrón oscuro o purpúrea.
• Varias llagas contiguas pueden unirse y formar una úlcera de gran tamaño.
• Dolor.

Al sanar las llagas:

• Permanece tejido cicatricial en la zona lesionada.

Cuando el pioderma gangrenoso no se atiende adecuadamente, puede desencadenar complicaciones como:

• Procesos infecciosos.
• Dolor intenso.
• Episodios depresivos.
• Afectación de la movilidad en las zonas dañadas.

Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y te solicitará una serie de estudios para descartar otros padecimientos y poder emitir un diagnóstico preciso, entre ellos:

• Análisis sanguíneo.
• Biopsia de tejido.

El tratamiento a seguir dependerá de la gravedad de las lesiones, otras patologías presentes y tu estado general de salud, pero, por lo general, suele incluir:

• Corticosteroides tópicos, orales e inyectados.
• Analgésicos.
• Cirugía.

Cuando las lesiones son extensas y profundas, lo recomendable es recibir tratamiento en el área de quemaduras de un hospital.

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