Una vez que tu médico analice tus síntomas y tu historial clínico, te hará un examen físico de los genitales, abdomen, ingle y perineo, para determinar el tipo de priapismo que presentas, para lo cual es posible que requiera una serie de estudios que le permitan confirmar el diagnóstico, como:
- Pruebas de sangre y análisis de laboratorio: que ayuden a detectar la presencia de cáncer, enfermedades de células falciformes u otros trastornos de la sangre.
- Identificación y medición de gases en la sangre del pene:para determinar el tipo de priapismo del que se trate.
- Ecografía:con el objetivo de medir el flujo sanguíneo dentro del pene u observar alguna lesión o anomalía en el mismo.
- Estudios toxicológicios: para determinar si algún medicamento es el responsable de la afección.
El tratamiento a seguir dependerá del tipo de priapismo que padezcas, si es isquémico, el médico drenará la sangre del pene con ayuda de una jeringa y suministrará medicamentos que dilaten los vasos sanguíneos para facilitar el drenaje. En caso de que esto no funcione, posiblemente tenga que realizar una cirugía para drenar la sangre sin oxigeno y restablecer el flujo sanguíneo.
En el caso del priapismo no isquémico, la erección desaparecerá sin necesidad de tratamiento. Además de que no se corre el riesgo de que se dañe el pene. El médico puede sugerir la aplicación de hielo comprimiendo el perineo para revertir la erección.
Si presentas un trastorno de células falciformes, requerirás un tratamiento adicional para este padecimiento, además del que recibas por el priapismo.
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