Se trata de un padecimiento en el que los músculos, tejidos conjuntivos y ligamentos pélvicos experimentan un proceso en el que se debilitan, ocasionando que el útero, la vejiga, el recto, la uretra o el intestino delgado se desplacen hacia el área vaginal.
El prolapso de órganos pélvicos se presenta con mayor frecuencia en mujeres que sobrepasan los 60 años, aunque puede manifestarse antes.
La estadística indica que el 10% de las mujeres con este padecimiento requieren de una cirugía correctiva en algún momento.
Las causas más frecuentes del prolapso de órganos pélvicos son:
- Envejecimiento.
- Parto.
- Sobrepeso y obesidad.
- Lesiones quirúrgicas.
- Esfuerzo exagerado al defecar, toser o realizar actividades de fuerza.
Existen varios tipos de prolapso de los órganos pélvicos, los cuales toman su nombre del área afectada:
- Rectocele:
Prolapso del recto.
- Enterocele:
Prolapso del intestino delgado.
- Cistocele:
Prolapso de la vejiga.
- Uretrocele:
Prolapso de la uretra.
- Apical:
Prolapso vaginal.
- Uterino:
Prolapso del útero.
Normalmente, los prolapsos pélvicos no se manifiestan aisladamente, sino que aparecen dos o más de manera simultánea.