Se conoce desgarro del manguito rotador o ruptura del manguito rotador a la condición donde los tendones del manguito rotador presentan una lesión por sobrecarga, luxación, traumatismo, caída, movimientos repetitivos o inadecuado, lo que provoca un desprendimiento parcial o completo del hueso.
El manguito rotador está compuesto por diversos músculos y tendones que circundan la articulación del hombro, cumpliendo la función de dar estabilidad y permitir una movilidad precisa, ya que conectan el omóplato con la cabeza humeral, manteniéndola en el interior del espacio glenoideo.
Existen cuatro tendones del manguito rotador:
- Subescapular: permite la rotación del húmero hacia adentro.
- Supraespinoso: colabora en el movimiento lateral o abducción del hombro. Es el tendón que presenta mayor incidencia de lesiones.
- Infraespinoso: realiza la rotación hacia la zona externa.
- Redondo menor: apoya la rotación externa.
La ruptura parcial implica diversos niveles de desprendimiento, pero el tendón no se separa completamente del hueso, mientras que la ruptura completa indica la separación total del hueso.
Síntomas de desgarro del manguito rotador
El desgarro del manguito rotador suele manifestarse con dolor de hombro, sobre todo al momento de levantar el brazo o realizar movimientos por encima de la cabeza. Este dolor puede ser constante y llega a empeorar por la noche, lo que resulta en problemas de sueño.
También es frecuente percibir debilidad, lo que dificulta tareas tan sencillas como peinarse, vestirse o cargar objetos ligeros.
Más allá de esto, en ocasiones los pacientes pueden experimentar una sensación de chasquido o crujido al mover el hombre.
Si la rotura es completa, la limitación de movilidad es evidente, lo cual afecta de forma considerable la calidad de vida y la capacidad para realizar actividades cotidianas o deportivas.
Ruptura manguito rotador, diagnóstico
El diagnóstico en la ruptura del manguito rotador se realiza mediante una exploración clínica en la cual el médico evalúa la fuerza, el rango de movimiento y la presencia de dolor al momento de realizar maniobras específicas.
Se realiza apoyo mediante estudios de imagen como la resonancia magnética o el ultrasonido para confirmar la presencia de lesión; debido a que permiten visualizar con precisión el tendón afectado, el grado de daño y la inflamación circundante.
La diferencia entre un desgarro parcial y un desgarro completo radica en la extensión de la lesión. En los desgarros parciales solamente una parte del tendón está afectada, por lo que aún se conserva algo de la funcionalidad. Mientras que, en la ruptura completa, el tendón se separa totalmente del hueso, lo que ocasiona mayor debilidad y limitación de movimiento.
Desgarro del manguito rotador tratamientos
El tipo de tratamiento para el desgarro del manguito rotador dependerá del grado de la lesión y de las necesidades del paciente.
En los desgarros parciales, se suele iniciar con medidas conservadoras como reposo, fisioterapia, aplicación de frío, tratamientos antiinflamatorios y, en ocasiones, infiltraciones. Con esto se busca reducir tanto el dolor como recuperar la movilidad sin necesidad de cirugía.
Si el desgarro es completo o no mejora con el tratamiento conservador, se puede recomendar la cirugía para reparar el tendón. La intervención puede realizarse cirugía artroscópica o cirugía abierta, y posteriormente es fundamental que el paciente lleve un proceso de rehabilitación supervisado para recuperar tanto fuerza como movilidad.
La elección del tipo de cirugía dependerá de la edad, el nivel de actividad física y la extensión de la lesión.
Desgarro del manguito rotador prevención
La prevención en el desgarro del manguito rotador se basa en fortalecer los músculos del hombro y mantener la flexibilidad. Los ejercicios de resistencia moderada, así como los estiramientos ayudarán a dar soporte al manguito rotador y evitar lesiones futuras.
También es importante mantener una postura adecuada en el trabajo y al momento de realizar actividades físicas que impliquen levantar los brazos.
Por otra parte, se recomienda evitar movimientos repetitivos por encima de la cabeza o cargar peso de manera incorrecta, ya que estas acciones aumentan el riesgo de desgarro.
En deportistas y personas que realizan esfuerzos físicos intensos, un entrenamiento progresivo, calentamiento previo y una técnica adecuada son clave para reducir este riesgo de lesión.
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