El especialista, después del examen físico y del análisis de tu historial clínico, te solicitará los siguientes estudios para confirmar el diagnóstico:
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
- Tomografía computarizada.
El tratamiento a seguir dependerá de la causa de la sacroilitis y los síntomas, pero, por lo general, incluye:
- Analgésicos.
- Relajantes musculares.
- Inhibidores del factor de necrosis tumoral.
- Terapia física.
Si el dolor no cesa, puede ser necesario:
- Estimulación eléctrica.
- Fusión de la articulación.
- Inyecciones de corticoides en las articulaciones.
- Radiofrecuencia.
El tratamiento quirúrgico de la articulación sacroilíaca dolorosa está indicado solo en casos de que la terapia conservadora no funcione.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.