Se trata de una patología cardiaca en la que el corazón late de manera rápida y el ritmo está alterado, lo que puede producir desmayos repentinos o episodios convulsivos, y en jóvenes, muerte súbita.
El síndrome de QT largo, conocido también como trastorno de conducción del corazón, debe su aparición a cambios en el sistema eléctrico del músculo cardiaco.
Existen una serie de condiciones que pueden contribuir a su aparición, tales como:
- Familiares con este padecimiento.
- Desequilibrios electrolíticos a causa de diarreas y/o vómitos.
- Historial de paro cardiaco.
- Fármacos que producen intervalos QT prolongados.
- Medicamentos para el corazón.
- Afecciones médicas, como bajos niveles de calcio, magnesio y potasio; accidente cerebrovascular o sangrado en el cerebro, e hipotiroidismo, entre otras.
- Trastornos alimentarios que ocasionan desequilibrios electrolíticos.
Quienes padecen el síndrome de QT largo, por lo regular, manifiestan síntomas antes de la cuarta década de vida. Si el trastorno es de nacimiento, pueden surgir durante las primeras semanas o meses de vida.
El síndrome de QT largo se clasifica, según la causa, en:
- Síndrome de QT largo congénito: cambios en el ADN trasmitido de padres a hijos. Se habla de dos tipos:
- Síndrome de Romano-Ward, frecuente en personas que heredan una sola variante genética de uno de los padres.
- Síndrome de Jervell y Lange-Nielsen, en la que los menores reciben las variantes genéticas alteradas de ambos padres.
- Síndrome de QT largo adquirido: se presenta como resultado de una enfermedad preexistente o la ingesta de algún medicamento.