Una vez que el médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física en busca de signos de la afección y te solicitará una serie de pruebas para confirmar el diagnóstico, entre ellas:
- Oximetría de pulso.
- Gasometría arterial.
- Ecocardiografía con burbujas:
- Radiografías.
- Tomografía computarizada.
Si el síndrome hepatopulmonar se presenta en casos en los que el padecimiento hepático no es crónico, al curarse la enfermedad, el síndrome desaparece.
En los pacientes de cirrosis, el tratamiento a seguir consiste en:
Cuando la afección es provocada por hipertensión portal se indica:
- Derivación portosistémica.
Si se debe a una fístula arteriovenosa pulmonar la terapia es:
Sin embargo, el único tratamiento efectivo y definitivo es el trasplante de hígado, siendo, a veces, la causa del mismo el propio síndrome hepatopulmonar y no el padecimiento hepático que no ha producido grandes daños al hígado todavía.
En otros, casos, la enfermedad que lo provocó se encuentra tan avanzada y el hígado tan dañado que el trasplante resulta la única opción terapéutica.
En el Centro Cardiovascular te ofrecemos una amplia gama de servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento para cuidarte mediante un modelo de atención integral y multidisciplinario. Acércate a nosotros, queremos escuchar tu corazón.