Se trata de un padecimiento cutáneo originado por un proceso infeccioso de naturaleza fúngica que se transmite por contacto directo con algún enfermo, sea humano o animal, así como si tocas superficies u objetos manipulados por alguien contagiado.
Se caracteriza por la aparición de brotes de sarpullido rosado o rojizo que se extienden de manera circular en diversas partes del cuerpo, principalmente, en el pecho, la espalda, los glúteos, las extremidades superiores e inferiores.
Diverso dermatofitos pueden causar la tiña corporal, en especial los géneros Microsporum, Epidermophyton y Trichophyton.
La tiña coporal, también denominada tinea corporis, no suele causar complicaciones salvo en pacientes inmunodeprimidos, en quienes la infección puede llegar a profundizar más allá de la epidermis, volviéndose difícil de erradicar.
Si bien, la tiña corporal puede afectar a cualquier persona, su incidencia es mayor en adolescentes y jóvenes.
Dependiendo de la gravedad de la infección, se prescriben fármacos antimicóticos de aplicación tópica o por vía oral para los casos más serios.
Se han identificado ciertas condiciones y actividades que representan un riesgo mayor de contagiarte de tiña corporal, entre ellas:
- Calor excesivo.
- Clima húmedo.
- Utilizar prendas de vestir o artículos de uso personal de otras personas.
- Practicar deportes de contacto.
- Vestir ropa entallada.
- Tener un sistema inmunológico deprimido.