Es un padecimiento ocasionado por el parásito Toxoplasma gondii, que suele adquirirse principalmente al consumir carne cruda o semicocida previamente contaminada, al ingerir por accidente partículas de excremento de gato con el parásito, o en el embarazo, la madre puede contagiar al bebé.
Otras formas de contagio son las transfusiones sanguíneas o los trasplantes de órganos infectados.
El Toxoplasma gondii es un parásito muy común presente en muchos animales, pero al contagiarte, forma quistes que pueden dañar diversos órganos, entre ellos, el cerebro y el corazón.
La toxoplasmosis suele dividirse en cuatro grupos:
- Congénita: cuando la madre la transmite al feto provocando problemas neurológicos, afecciones de la piel, agrandamiento hepático y del bazo.
- Sistema inmunológico debilitado: se presenta cuando una infección previa se reactiva generando afecciones en el sistema nervioso central.
- Ocular: la infección se da de la madre al bebé y afecta la retina.
- Sistema inmunológico fortalecido: cuando las defensas del organismo son sólidas, la infección puede ser asintomática o generar una sintomatología leve.
Signos y síntomas Toxoplasmosis
En la mayoría de los casos, las personas infectadas con Toxoplasma gondii no manifiestan sintomatología, pero cuando lo hacen, suelen ser ligeros, tales como:
- Cansancio.
- Debilidad.
- Cefáleas.
- Dolores musculares.
- Temperatura elevada.
- Inflamación de ganglios.
En individuos con el sistema inmunológico deprimido la sintomatología característica incluye:
- Afecciones pulmonares.
- Convulsiones.
- Confusión mental.
- Jaqueca.
- Dolor ocular.
- Hemiplejia.
- Trastornos del equilibrio.
- Vista desenfocada.
En los bebés, los síntomas son:
- Episodios convulsivos.
- Agrandamiento del bazo y el hígado.
- Ictericia.
- Infección en los ojos.
Diagnóstico y tratamiento:
Una vez que tu médico analiza tus síntomas e historial clínico, te realizará una exploración física y solicitará un estudio de anticuerpos para detectar la presencia del parásito.
En los bebés se requiere también el aislamiento o localización del parásito en los tejidos.
Si se confirma el diagnóstico de toxoplasmosis, pero tu sistema inmunológico está en óptimas condiciones, lo más seguro es que te receten antibióticos convencionales y que te repongas sin ningún contratiempo.
En el caso de mujeres embarazadas, personas con Sida, pacientes que han recibido quimioterapia o medicamentos inmunosupresores, el tratamiento consistirá en reducir los riesgos y complicaciones de la enfermedad, buscando que la infección no se reactive.
Tú puedes ayudar a prevenir la toxoplasmosis:
- Evitando la ingesta de carne cruda o semicocida.
- Abstente de consumir productos lácteos sin pasteurizar.
- Haciendo higiene de manos constante.
- Lavando frutas y verduras.
- Usando guantes al realizar trabajos de jardinería o limpiar areneros de gato.
- Desparasitando a tus gatos periódicamente.
En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.
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Fuentes:
- topdoctors.es
- mayoclinic.org
- medlineplus.gov
- cun.es
- msdmanuals.com
- medigraphic.com
- Cruz QM, Hernández CA, Dorta CAJ. El nexo entre biología, respuesta inmune y clínica en la infección por Toxoplasma gondii. Rev Cubana Invest Bioméd. 2019;38(4):1-23.
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