Se refiere a un padecimiento mental caracterizado por una conducta de manipulación, hostigamiento, crueldad o indiferencia hacia los demás, sin presentar culpa o remordimiento. La persona puede llegar a la mitomanía, comportarse de manera impulsiva, ejercer violencia, delinquir y consumir alcohol y drogas.
Aunque se desconoce la causa del trastorno antisocial de personalidad, los estudios clínicos señalan a la genética y a ciertas modificaciones o cambios en el desarrollo y funcionamiento del cerebro como los principales desencadenantes, al igual que ciertas condiciones que pueden favorecer su aparición, tales como:
- Abandono, descuido o maltrato durante la infancia.
- Tener familiares con trastorno de personalidad antisocial u otras afecciones mentales.
- Inestabilidad familiar o violencia en la niñez.
- Trastornos de conducta durante la infancia.
Los hombres tienen mayor riesgo de tener trastorno antisocial de personalidad que las mujeres. Generalmente no se diagnostica antes de los 18 años, pero existen una serie de comportamientos durante la niñez o adolescencia que pueden dar indicios de dicha afección, por lo que un diagnóstico oportuno puede ayudar a obtener mejores resultados a largo plazo.