Cuando ante la presencia de sintomatología física, el paciente experimenta episodios de ansiedad excesiva, nos encontramos ante un caso de trastorno de síntomas somáticos (TSS), el cual puede ser tan extremo que le impida al individuo afectado llevar a cabo sus actividades cotidianas, debido a que las emociones y pensamientos sobre la supuesta mortalidad de la enfermedad, resultan incapacitantes.
Los síntomas que siente alguien con trastorno de síntomas somáticos no son inventados, en realidad los experimenta, y en ocasiones pueden deberse a enfermedades, aunque la mayoría de las veces no obedecen a un origen físico.
Por lo general, el TSS se presenta previamente a los 35 años, siendo mayor su incidencia en mujeres, y aunque se desconoce la causa, se considera que existen algunos rasgos que aumentan el riesgo de padecerlo, entre ellos:
- Negatividad.
- Pesimismo.
- Hipersensibilidad física y emocional.
- Familiares que hayan padecido esta afección.
- Predisposición genética.
- Abuso físico o sexual.
El trastorno de síntomas somáticos es muy parecido a la hipocondría, la única diferencia es que en esta última, los síntomas físicos son inexistentes.