¿Qué es el Trastorno depresivo persistente?

También conocido como distimia, es un tipo de padecimiento que se caracteriza por episodios depresivos de naturaleza crónica que se manifiestan de forma permanente en el paciente, provocándole una autoestima baja, apatía y desinterés por las actividades cotidianas. Este bajo estado anímico puede manifestarse durante muchos años e ir mermando las relaciones personales y laborales al enfrentarse a emociones de tristeza y desanimo de forma continua, aun en situaciones alegres.

El trastorno depresivo persistente puede presentarse en la infancia, la adolescencia o en la etapa adulta temprana. Es más común en mujeres y aunque se desconoce su origen, los estudios señalan que puede deberse a:

• Antecedentes de otros problemas de salud mental, como un trastorno de personalidad.
• Cambios en los neurotransmisores y en la forma en que se relacionan con los neurocircuitos responsables de mantener la estabilidad del estado de ánimo.
• Anomalías de índole biológica en el cerebro.
• Familiares con trastornos depresivos.
• Presentar rasgos de personalidad negativos (autocrítico, pesimismo, dependencia).
• Situaciones traumáticas relacionadas con la pérdida de seres queridos o bienes materiales.

Las complicaciones más frecuentes incluyen:

• Drogadicción.
• Baja productividad escolar y laboral.
• Comportamiento o pensamientos suicidas.
• Conflictos familiares o laborales.
• Depresión mayor.
• Dolor crónico.
• Presencia de otras enfermedades.
• Trastornos de salud mental.

Son cíclicos y pueden ser leves, moderados o graves, con la posibilidad de manifestarse en periodos depresivos profundos o mayores:

• Aislamiento.
• Autoestima baja, sentirse incapaz o inútil.
• Fatiga.
• Pérdida de la esperanza.
• Desinterés en las actividades diarias.
• Fatiga, falta de energía.
• Improductividad.
• Inapetencia o comer en exceso.
• Trastornos del sueño.
• Irritabilidad.
• Ira.
• Problemas de concentración y para tomar decisiones.
• Culpabilidad.
• Preocupación excesiva.
• Episodios de tristeza.
• Vacío existencial.

Si presentas algunos de los síntomas anteriores, es importante que acudas con un médico especialista en salud mental para que te valore y te diseñe un programa de tratamiento para evitar que estos síntomas se incrementen y pongan en riesgo tu salud y bienestar.

Una vez que el especialista analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará un examen físico, neurológico y psicológico para determinar las posibles causas del trastorno depresivo persistente, apoyado por pruebas de sangre y orina, además de estudios de imagen como resonancia magnética y tomografía computarizada en caso de requerirse.

El tratamiento a seguir dependerá de tu gravedad, edad y estado de salud en general, pero básicamente consiste en atacar los síntomas mediante una combinación de fármacos, psicoterapia y grupos de apoyo.

En el Centro Neurológico, un grupo de médicos altamente capacitados y certificados en las diversas especialidades neurológicas están preparados para atenderte con la calidad y calidez que nos caracteriza.

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