Se trata de una patología mental en el que la persona que la padece muestra indiferencia emocional hacia los demás y busca aislarse socialmente, evitando interactuar con otros.
Quienes presentan el trastorno esquizoide suelen ser vistos como individuos solitarios, excéntricos, distantes, encerrados en sí mismos, con nulo interés en establecer relaciones interpersonales.
Hasta el momento se desconoce el origen de este trastorno, pero los especialistas señalan que una combinación de factores genéticos y ambientales, sobre todo durante los primeros años de la infancia, puede detonarlo.
El trastorno esquizoide está íntimamente relacionado a la ezquizofrenia al compartir similitudes y factores de riesgo, aunque en el primero no se producen alucinaciones o delirios, ya que se está en contacto con la realidad.
Suele presentarse en los primeros años de la etapa adulta, pero desde pequeño pueden mostrarse signos o señales de advertencia, como un mal desempeño escolar y dificultad para relacionarse con otros niños.
Existen algunas condiciones que pueden favorecer el surgimiento del trastorno esquizoide, como:
- Antecedentes familiares con trastorno esquizoide o esquizofrenia.
- Padres indolentes y poco preocupados por el hijo.