Se trata de un padecimiento que afecta el comportamiento en los infantes, con el que muestran irritación, enojo, enfado y conductas negativas, desafiantes, hostiles, oposicionistas y desobedientes ante las figuras que representan autoridad, llámese padres o maestros.
Hasta el momento se desconoce que ocasiona el trastorno negativista desafiante, aunque se considera que puede deberse a una falta apego a la figura del cuidador primario en las etapas tempranas. Otros indican que es resultado de actitudes aprendidas provocadas por técnicas de “castigo-premio” usadas por las figuras de autoridad. Hoy se sabe que estas técnicas incrementan la frecuencia y magnitud de las conductas desafiantes, al darse cuenta los niños que así captan la atención de los demás.
Algunos expertos consideran que durante el desarrollo de este trastorno se produce una secuencia de experiencias específicas continuas que provocan enfrentamientos con padres, maestros y compañeros, y cuando estas manifestaciones se vuelven hábito, el niño se torna opositor sistemático de todo.
El trastorno negativista desafiante puede ser:
En algunos casos, los síntomas se manifiestan solo en el hogar, extendiéndose poco tiempo después hacia la escuela y con los amigos.
Este padecimiento afecta en mayor medida al sexo masculino y afecta alrededor del 20% de la población en edad escolar.