Debido a que la trombocitosis, por lo general, no causa síntomas, es probable que tu médico durante una revisión física de rutina se percate de que tu bazo está dilatado o que tienes síntomas de una infección u otra enfermedad, por lo que solicitará un análisis de sangre para verificar el nivel de plaquetas, la cantidad de hierro y los marcadores de inflamación.
Asimismo, hará pruebas genéticas para detectar posibles mutaciones y obtendrá una muestra de tu médula ósea para examinarla en el laboratorio.
Si estos análisis señalan la presencia de trombocitosis, el siguiente paso es definir si se trata de una trombocitosis primaria o secundaria para saber cómo manejarla.
El tratamiento de la trombocitosis dependerá de la causa de la enfermedad. Si no presentas síntomas, es posible que solo requieras revisiones médicas periódicas y exámenes de control.
Para la trombocitopenia primaria, el tratamiento base consiste en la ingesta de medicamentos que ayuden a:
- Prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
- Suprimir la producción de plaquetas de la médula ósea.
En los casos de trombocitosis muy severa, es probable que requieras una trombocitaféresis a fin de reducir el número de plaquetas de manera acelerada hasta llegar a un nivel seguro.
En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.