¿Qué es Úlceras por presión?

Se tratan de lesiones o llagas en la piel y en el tejido subcutáneo que se forman como resultado de una presión prolongada sobre la dermis, especialmente en personas limitadas en su movilidad, ya sea por un accidente o afección médica que les obliga a permanecer en cama o en una silla de ruedas.

Las úlceras por presión o por decúbito, como también se les conoce, se desarrollan de forma acelerada por la presión continua contra la piel que limita el flujo sanguíneo en el área afectada.

Se clasifican de acuerdo con la profundidad y grado de afectación en la piel y tejidos, siendo los lugares más comunes de desarrollo:

• Cadera.
• Coxis.
• Espalda baja.
• Glúteos.
• Omóplatos.
• Parte trasera de brazos, cabeza y piernas.
• Talones.
• Tobillos.

Existen una serie de condiciones que pueden favorecer la formación de las úlceras por presión, tales como:

• Fricción sobre la piel.
• Hidratación y nutrición deficientes.
• Incontinencia.
• Inmovilidad.
• Lesiones de la médula espinal, trastornos neurológicos y otras patologías que pueden causar una pérdida de la sensibilidad.
• Presión constante en cualquier parte del cuerpo.
• Problemas de salud que pueden afectar al flujo sanguíneo, como la diabetes y las enfermedades vasculares.
• Rozamiento.

• Cambios en el color o textura de la piel.
• Dolor.
• Incomodidad.
• Inflamación.
• Llagas que supuran.
• Sensibilidad.
• Zonas más frías o más calientes que otras al tocar.

Después de analizar tu sintomatología e historial clínico, el médico te realizará un examen físico de tu piel y te solicitará un examen de sangre.

El objetivo del tratamiento de las úlceras por presión consiste en:

• Controlar el dolor.
• Cuidar las heridas.
• Llevar una dieta saludable.
• Prevenir una infección.
• Reducir la presión sobre la piel afectada.

En casos más extremos, puede requerirse una cirugía para extraer el tejido dañado.

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