¿Qué es Zika?

Se trata de un padecimiento de naturaleza viral cuya infección es transmitida por el mosquito Aedes en zonas con clima tropical. Su nombre proviene del bosque de Zika en Uganda, donde se identificó el primer brote de esta enfermedad en el año de 1947.

La mayor parte de los pacientes con infección no experimentan sintomatología, aunque hay otros que presentan dolores musculares, sarpullido y temperatura elevada. Solo en algunos casos de gravedad, el virus del Zika acarrea complicaciones neurológicas serias, incluso siendo asintomáticos.

Cuando existe infección en mujeres embarazadas, el riesgo de experimentar un aborto espontáneo, defectos congénitos y microcefalia en los bebés se eleva considerablemente.

También puede transmitirse al sostener relaciones sexuales, mediante transfusiones sanguíneas y cuando hay donación de órganos.

Por el momento, no existe vacuna específica contra el Zika, aunque se encuentran en marcha protocolos de investigación para su desarrollo. Mientras se consigue, la manera de prevenirlo es tomar precauciones para impedir que los mosquitos piquen y propaguen el virus.

La sintomatología característica aparece de tres a 15 días después de la infección, despareciendo por lo regular en ocho días, siendo los síntomas más comunes:

• Ojos adoloridos.
• Cansancio.
• Debilidad.
• Cólicos abdominales.
• Temperatura elevada.
• Erupciones cutáneas.
• Dolores musculares.
• Jaqueca.
• Articulaciones adoloridas.
• Conjuntivitis.

Las complicaciones potenciales de la infección por Zika en casos extremos son:

• Microcefalia.
• Afectaciones neurológicas.
• Problemas oculares.
• Aborto espontáneo.
• Parto prematuro.
• Defectos congénitos.
• Atrofia articular y de movimiento.
• Síndrome de Guillain-Barré.

Una vez que tu médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física y te interrogará sobre los lugares en los que estuviste y si realizaste algún viaje recientemente.

En caso de sospechar de infección por Zika, te solicitará exámenes de sangre y orina con el objetivo de establecer un diagnóstico certero.

Al tratarse de una enfermedad viral, no existe un tratamiento eficaz, por lo que se recomienda reposo, mantener una adecuada hidratación, y controlar los síntomas por medio de analgésicos y antiinflamatorios.

En el Departamento de Medicina Interna del Centro Médico ABC te brindamos servicios de atención médica con la más alta calidad y seguridad, desde la prevención, diagnóstico, tratamiento oportuno y seguimiento de patologías infecciosas, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, reumáticas, nefrológicas, gastrointestinales, y hematológicas, tanto de padecimientos crónico-degenerativos como de cuadros agudos, mediante un modelo integral y multidisciplinario.

Medicina Interna
Radiología e Imagen Molecular
Laboratorio Clínico