Dr. Alfonso Bandín Musa: Los pacientes que tengan estos factores pueden progresar a otro tipo de enfermedades dentro del hígado, como puede ser cáncer.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Nos pone en riesgo de tener una progresión que no nos demos cuenta.
Dr. Alfonso Bandín Musa: Tumores que a veces se generan en pacientes que no tienen cirrosis o que no tienen una fibrosis muy avanzada, y son tumores que llegan a ser incluso más agresivos.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: O sea, ocho de cada diez pacientes que tienen un problema metabólico como diabetes, obesidad, hipertensión, colesterol, va a tener hígado graso.
Dr. Alfonso Bandín Musa: Todas marcan como un factor de riesgo el ser latino. Nosotros, tristemente, tenemos un riesgo más alto de obesidad, un riesgo más alto de diabetes que cualquier otra población.
VO: En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC, bienvenidos al espacio donde los médicos especialistas del ABC despejan tus dudas y te brindan la información que necesitas para cuidar de ti y de los tuyos.
Sandra Villalobos: El hígado graso es una acumulación de grasa en el hígado que suele pasar desapercibida, pero va en aumento, cuando da señales, el daño ya está hecho. Inflamación, cirrosis o incluso cáncer, hasta un 20% de los casos no tratados pueden avanzar a cirrosis y muchos nunca imaginaron lo grave que podría ser. Hoy hablaremos de las consecuencias de ignorarlo, qué hacer si ya hay daño y qué esperanza existe incluso en etapas avanzadas. Soy Sandra Villalobos, estás En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC, bienvenidos. El día de hoy nos acompaña el Dr. Sergio Muñoz Martínez, especialista en gastroenterología, hepatología y cáncer hepático. Gracias por acompañarnos, Sergio.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Muchas gracias por la invitación.
Sandra Villalobos: También está con nosotros el Dr. Alfonso Bandín Musa, él es especialista en cirugía de hígado, páncreas y vía biliar. Bienvenido, doctor.
Dr. Alfonso Bandín Musa: No, gracias por la invitación.
Sandra Villalobos: Bienvenidos a En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC. Y bueno, pues para entenderlo bien desde el principio, Sergio, ¿cómo podríamos explicar de forma sencilla qué es el hígado graso?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Bueno, el hígado graso es una enfermedad en la cual se define cuando hay a partir de un 5% de grasa infiltrada en los hepatocitos, que son las células hepáticas, que es un depósito que usualmente se puede considerar como normal, pero cuando sobrepasa este porcentaje, empieza a haber un acúmulo de grasa y esto puede producirse en diferentes puntos del hígado, convirtiéndose en lo que conocemos como esteatosis hepática o hígado graso. Los estudios para poderlo detectar, pues varían, hay diferentes, pero el ultrasonido hepático, que es lo más frecuente que conocemos, que nos aporta un diagnóstico de hígado graso, pues lo detecta cuando ya tenemos bastante porcentaje de grasa en los hepatocitos, más o menos como un 20%. Entonces, el hígado graso es muy prevalente en la población.
Sandra Villalobos: Alfonso, he escuchado que esta enfermedad es silenciosa. ¿Por qué? ¿Eso qué significa en la práctica?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Al final el hígado es un órgano muy grande y es un órgano muy noble y como lo comenta Sergio, ahorita, es una infiltración muy poco, que se va haciendo de poco a poco en las células del hígado y no es como que todo se infiltre, a veces como en parchecitos. Las células que quedan activas están funcionando muy bien y cuando nos hacemos exámenes, a veces del hígado todo sale normal y solo se presenta ya algo cuando ya el hígado completo está siendo muy atacado y las células que quedan ahí todavía viables, pues ya no alcanzan a hacer la función. Entonces por eso pues permanece un ratito muy tranquilo.
Sandra Villalobos: Sergio, ¿cuál es la diferencia entre el hígado graso que se relaciona con el alcohol y el que no? ¿Es el mismo daño o cambia la forma en la que afecta el cuerpo?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Ahora se tiene una terminología un poco diferente, antes se conocía como hígado graso no alcohólico, pero desde el año pasado cambió por temas de estigmatización a los pacientes, hacia una terminología que es enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica; y esta es muy diferente a la enfermedad que es producida por daño por alcohol. Las 2 pueden dar inflamación de los de las células hepáticas, de los hepatocitos, por diferentes mecanismos; el alcohol es más tóxico y cuando hay grasa asociada a este problema e incluimos el alcohol, pues hay una sinergia de daño, pero son dos enfermedades o dos patologías diferentes que pueden convivir.
Sandra Villalobos: Alfonso, ¿qué pasa dentro del hígado si nosotros no hacemos absolutamente nada para detener esta enfermedad?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Pues la enfermedad va progresando. Lo que va pasando es que primero empieza esa infiltración de grasa, después esa infiltración de grasa empieza a generar daño a las células, que las células empiezan a regenerar y al regenerarse empiezan a hacer fibrosis, el hígado se empieza a hacer cada vez más duro, esa fibrosis va progresando y ya, en datos, en medidas últimas, pues esa fibrosis ya comienza a ser irreversible y es lo que se acaba convirtiendo en una cirrosis. Ese tiempo en el que pasamos de un hígado graso, a una esteatohepatitis, a una fibrosis, a una cirrosis, pueden ser muchos años; pero como lo platicamos al principio, al principio es algo silente, no nos damos cuenta. Entonces, probablemente cuando detectamos la enfermedad ya llevamos unos 20 años de haberla padecido.
Sandra Villalobos: Claro, Sergio, y con esto que nos platica Alfonso, ¿a qué otros problemas nos pueden llevar un hígado graso cuando lo dejamos avanzar?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: El hígado graso, además del problema a nivel hepático, que puede haber de este depósito de cicatriz, fibrosis; y eventualmente, con los años que puede ser 10, 15 años, llegar a una cirrosis ya bien establecida, que esto se acelera cuando ponemos algún mecanismo de daño extra, como puede ser el alcohol. También es un marcador para decir que es un paciente que puede tener un riesgo cardiometabólico agregado. ¿Esto qué quiere decir? Que puede haber otras enfermedades asociadas como obesidad, diabetes, dislipidemia, que es problema del colesterol, hipertensión, que todo esto pone el sustrato para generar hígado graso. Y si un paciente que no tiene ninguna de estas enfermedades le diagnosticamos hígado graso, hay que buscarlas, porque probablemente tenga alguna de ellas, y tiene un riesgo a futuro cardiovascular importante en comparación con alguien que no tiene hígado graso.
Sandra Villalobos: Alfonso, ya que estamos hablando de estas complicaciones, ¿qué pasa si además del hígado graso una persona tiene hepatitis? Por ejemplo, ¿esto puede acelerar ese daño hepático?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Pues es al final una suma de daños. O sea, como lo platicaba Sergio, pueden convivir varios daños o varias toxicidades dentro del hígado. Tenemos la toxicidad que se está causando por el hígado graso, y si lo sumamos a una hepatitis, por ejemplo, una hepatitis viral, hepatitis A, B o C, estamos sumando otra toxicidad. Hay otro tipo de hepatitis, no solo está la viral, puede ser una hepatitis autoinmune, que eso nos va cada vez más a agravar esa situación que ya tenemos del hígado graso y nos va a complicar o va a hacer que progrese más rápido a algo irreversible o algo ya más grave.
Sandra Villalobos: Sergio, si hablamos de un hígado graso con fibrosis o cirrosis, ¿en qué se diferencian? ¿Y también cuánto tiempo puede tardar ese hígado graso en llegar a eso?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es una pregunta importante porque cirrosis es fibrosis, pero es una fibrosis muy avanzada. Entonces es todo un camino en cuanto hay diferentes grados de fibrosis que empiezas desde el cero, que es “no tenemos fibrosis”, grado 1, 2, 3, que son fibrosis, que es clínicamente significativo, que bueno, es ya un proceso que se está generando en el hígado, depósito de cicatriz, y que si no cuidamos podemos llegar al grado cuatro, que ya pues digamos por definiciones una cirrosis. Esto puede ocasionarse en un lapso de 10, 15 años en promedio, se ha calculado que, de una, digamos, el 100% de los pacientes con hígado graso, de este, más o menos el 25% pueden tener una inflamación como una esteatohepatitis y que esta es la que nos pone en riesgo de generar más cicatriz y progresar la enfermedad. Y de estos que tienen la inflamación, promedio 10, 15% son los que tienen una progresión de la enfermedad en cuanto a cicatriz y generación de fibrosis.
Sandra Villalobos: Alfonso, ¿qué factores pueden hacer que esta enfermedad avance más rápido de lo esperado?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Si vamos a hablar de la esteatosis asociada a enfermedad metabólica, tenemos que sumar que hay varios factores de riesgo y que nos van a aunar a esa progresión. Entre ellos va a estar la diabetes, es el principal factor de riesgo que se acompaña de esta progresión de esteatosis a esteatohepatitis a fibrosis, la obesidad, factores de riesgo cardiovascular como va a ser la obesidad, y algo tan simple como el perímetro abdominal aumentado, por ejemplo, en hombres arriba de 102 cm o en mujeres arriba de 90 me parece; ya son factores de riesgo que van a acompañar y van a progresar esta enfermedad mucho más rápido o incluso puede haber brincos, no como tal brincos, pero que los pacientes que tengan estos factores pueden progresar a otro tipo de enfermedades dentro del hígado, como puede ser cáncer.
Sandra Villalobos: Sergio, si alguien no siente nada, ¿cómo se puede detectar si hay algo más serio ocurriendo en el hígado?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es parte, digamos, del tema central de esta conversación, que es silente. Eso nos pone en riesgo de tener una progresión que no nos demos cuenta y que sólo vayamos a revisarnos cuando tenemos pues ya síntomas o algo pues manifiesto clínicamente, algún síntoma importante. Hay que identificar más bien los pacientes que puedan tener riesgo de tener este proceso de inflamación y cicatriz, que dentro de lo que hay metabólicamente, yo creo que son los pacientes con diabetes, porque estos pacientes se ha visto que, la inflamación que hablamos, la esteatohepatitis, que es la que te pone en riesgo para tener desarrollo de fibrosis, en general se calcula que es un 25% de los pacientes con hígado graso, pero los pacientes con diabetes tipo 2, se ha calculado que incluso hasta el 50, la mitad, pueden tener este proceso de inflamación. Entonces, una población que yo creo que hay que voltear a ver y hay que estudiar específicamente la salud del hígado.
Sandra Villalobos: Alfonso, ¿cómo el hígado graso puede convertirse en cáncer?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Ese proceso de inflamación celular y regeneración, lo que pasa con las células del hígado es que se van muriendo. El hígado tiene una capacidad de regeneración muy impresionante, eso la mayoría de las personas lo saben. Lo que pasa, con esas células se mueren y nace otra, muere y nace otra, y va pasando hasta que llega un momento donde esa muerte celular genera una célula que ya no es una célula sana, sino que es una célula que viene, por así decirlo, viene mal. Al final, eso es el origen de todo el cáncer, es células que se generaron de una mala forma y empiezan a crecer de una forma desmesurada. Y es lo que pasa, y es lo que pasa con esos pacientes con esteatosis hepática, que lo que vemos hoy en día, lo que a mí más me toca ver, que es ya la parte quirúrgica, que es cáncer, es tumores que a veces se generan en pacientes que no tienen cirrosis o que no tienen una fibrosis muy avanzada y son tumores que llegan a ser incluso más agresivos que los que se generan en otras personas. ¿Por qué? Porque tienen esas mutaciones celulares ya un poquito más avanzadas y a veces los hacen que en el diagnóstico que tengamos, en vez de tener un tumor o un tumor pequeñito, ya son varios tumores y que el tratamiento lo tenemos que hacer de una forma un poquito más agresiva.
Sandra Villalobos: Sergio, tú que eres especialista también en esto, ¿quieres agregar algo?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Sí, esta parte es importante que menciona este el Dr. Bandín, porque los pacientes que no tienen cirrosis no tienen estrategias de prevención o de diagnóstico temprano de cáncer hepático, los pacientes que ya tienen una cirrosis bien establecida, el diagnóstico, entran a hacer un, digamos, programa de ultrasonido cada seis meses para detectarlo de forma temprana. Pero al no tener cirrosis, las guías internacionales no apoyan el hacer ultrasonidos cada seis meses en pacientes que solo tienen una fibrosis, pues grado uno, dos, tres, y estos pacientes se ha visto que ya tienen cierto riesgo de desarrollar cáncer. Pero en un porcentaje menor a comparación a los pacientes que tienen una cirrosis, entonces por eso no se hacen estrategias de prevención. Lamentablemente, estos pacientes al no tener esta opción de prevención, pues llegan a desarrollar tumores más grandes hasta que generan síntomas y ya se diagnostican una etapa más avanzada.
Sandra Villalobos: Claro. Alfonso, ¿qué tan conectado está el hígado graso con otros problemas de salud? No sé, por ejemplo, diabetes o la presión alta.
Dr. Alfonso Bandín Musa: Van de la mano, más bien la presión alta, la diabetes, la obesidad son el principal factor de riesgo para desarrollar ese hígado graso. Entonces son dos cosas que van muy una al ladito de la otra; y agregando algo a esta parte es que la mayoría de los estudios, justo antes de platicar de eso, me fui a revisar todo esto, están hechos en poblaciones europeas, americanas y todas marcan como un factor de riesgo el ser latino. Nosotros, tristemente, tenemos un riesgo más alto de obesidad, un riesgo más alto de diabetes, que cualquier otra población, y eso nos hace que esas dos nos lleven un riesgo más alto del hígado graso también.
Sandra Villalobos: Sergio, ¿qué pasa si una persona con hígado dañado toma analgésicos, antibióticos o incluso suplementos? ¿Puede empeorar su salud?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Sí, el hígado es muy lábil en cuanto a ya teniendo un daño subyacente, una fibrosis, una inflamación. Si damos cualquier medicamento, puede aumentar esta inflamación y desembocar hacia disfunción hepática. Entonces, un paciente que ya tiene un diagnóstico de fibrosis avanzada es un paciente que hay que cuidar mucho los analgésicos no esteroideos, como pues, que conocemos habitualmente; y suplementos, porque mucho, mucha población usa suplementos para diferentes, diversos temas de salud, pero estos no están estudiados en pacientes que tengan hígado graso o una enfermedad hepática subyacente. Entonces, cuando agregamos un suplemento y no conocemos que tenemos este problema, podemos aumentar la inflamación y tener pues un problema más grave.
Sandra Villalobos: Claro, Alfonso, para quienes no están familiarizados con los estudios médicos, ¿qué son las enzimas hepáticas y por qué importan tanto?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Las enzimas hepáticas es una parte que se piden en lo que se llama la batería de pruebas de función hepática. Aparecen las enzimas hepáticas, fosfatasa alcalina, gamma-glutamil transferasa… muchas cosas que son como trabalenguas, pero lo que nos reflejan es cómo están las células del hígado en ese momento o las células de los conductos biliares. El problema es que muchas veces nos entregan el laboratorio y nos dicen, pues aquí están todos los valores, son como cinco o siete valores, al lado vemos las referencias y podemos ver unas pequeñas alteraciones en uno o en otro, pero esa sola alteración a veces no nos habla de una cosa mala. Tenemos que sumar eso a las otras cosas que hemos platicado como el que el paciente tenga diabetes o a veces lo agregamos a las plaquetas para hacer un índice de fibrosis, y son muchas cosas que tenemos que estar sumando, pero el simple hecho de tener factores, las transaminasas, por ejemplo, elevadas, ya teniendo fibrosis hepática o esteatosis hepática, sí nos hablan de un factor de mal pronóstico. Pero las transaminas elevadas, sin ningún otro dato, ahí sí es un dato que a veces hasta nos echa más ruido y nos puede sacar un poquito de contexto de qué es lo que estamos tratando.
Sandra Villalobos: Sergio, ¿y qué nos dicen esas enzimas sobre la salud del hígado, por ejemplo?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Complementando también esta parte, yo creo que lo importante de interpretar bueno, unas pruebas de función hepática, están normales o alteradas es ver en qué hígado estamos trabajando. Porque pueden estar completamente normales, pero ya tener cierto porcentaje de grasa o de fibrosis, que no siempre van a la par con estas pruebas. Podemos tener unas pruebas normales, sin inflamación, las enzimas usuales a LT y ST; y a la par tener una fibrosis que ya se está generando avanzada y esto va de la mano mucho, como dice el Dr. Bandín, con las enfermedades o comorbilidades metabólicas que puede tener el paciente. O sea, si tengo un paciente con diabetes, las pruebas de función hepática están normales, pero hay que voltear a ver las plaquetas si están normales, su edad, el tiempo de evolución, si está bien controlada la enfermedad metabólica, porque esto todo va a condicionar a que el hígado también pueda tener una enfermedad, empezando o ya es instaurada, y hay que estudiarlo con otras pruebas más finas.
Sandra Villalobos: Alfonso, ¿qué pruebas se hacen como para saber si el hígado está bien o ya presenta algún daño?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Yo creo que lo primero es una historia clínica adecuada, analizar bien al paciente. Luego tenemos las pruebas de función hepática, como bien lo mencionamos hace ratito. Aunado a eso viene, por ejemplo, una biometría hemática donde podemos ver las plaquetas, una química sanguínea donde podemos ver cómo está la glucosa, cómo están otras cosas y ya como fuera del laboratorio de sangre, también podemos hacer ultrasonidos, elastografía o algún otro estudio, que ya nos habla de cómo está el hígado como tal, la rigidez que tiene o la cantidad de grasa que podría tener. Y ya si nos vamos brincando estudios, hay cosas cada vez más invasivas, pero básicamente lo que queremos es ir de lo menos a lo más, normalmente.
Sandra Villalobos: Sergio, ¿en qué casos sí tenemos que hacer una biopsia? O sea, ¿es común o solamente se utiliza en algunas situaciones muy específicas?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: La biopsia es una herramienta que se usaba previamente, pues en muchos casos para poder hacer diagnóstico incluso de hígado graso. Actualmente ya se usa poco, ya tenemos más herramientas como es la elastografía transitoria, que es también conocida como FibroScan, digamos, es el más disponible, aunque todavía, para los números de equipos que hay en México, pues queda corto para la población. No hay otros estudios de resonancia magnética, pone elastografía, todo esto nos va a ayudar para saber qué grado de cicatriz o fibrosis tiene el hígado, sin necesidad de hacer una biopsia para poderlo identificar. El momento de decidir si hacer biopsia o no, radica más bien si sospechamos una enfermedad hepática diferente al hígado graso o que pueda estar acompañando al hígado graso, que el cuadro clínico no es compatible, que tiene una evolución diferente para poder ofrecer un tratamiento específico a lo que está causando este daño.
Sandra Villalobos: Sergio, muchas veces se cree que la hepatitis es viral, ¿esto es cierto?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Bueno, en mi experiencia, muchos pacientes que llegan a consulta tienen esta terminología de hepatitis, tengo un virus, ¿qué está pasando? Y aunque se le explique que la hepatitis viene de otro origen, siempre se quedan con la idea de que probablemente es igual a virus. Pero no, la hepatitis es un nombre que define la inflamación de los hepatocitos, que son las células hepáticas, y esta inflamación puede ser por varias causas. O sea, por un daño por grasa, por alcohol, por virus; todo esto al dañar, inflamar el hepatocito, causa una hepatitis. Entonces, si oyen el término hepatitis, hay que buscar qué es lo que está ocasionando esta inflamación de los hepatocitos.
Sandra Villalobos: Alfonso, ahora vamos con estas opciones a ver qué hacer si ya tengo daño hepático. Cuando ya está este daño avanzado, ¿es posible curar el hígado o solamente se puede controlar?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Si quitásemos todo el factor externo que le estás dando la toxicidad a ese hígado, el hígado tiene la capacidad de recuperarse. El problema es que, si hablamos, por ejemplo, de una hepatitis viral, pues es fácil quitar el virus, aunque hasta recientemente se ha hecho, pero hemos visto como curando el virus, el hígado tiene una regresión hacia lo sano de una forma rápida. El problema es que, con el hígado graso, quitar esos factores de riesgo cuesta más. Tristemente cuesta más hoy en día quitarle a una persona la diabetes, que quitar hepatitis B o bajar a una persona de peso que quitar una hepatitis C. Entonces, es más difícil, pero si lográsemos quitar todos esos factores de riesgo, sí se ha demostrado que el hígado puede disminuir esa progresión a fibrosis o incluso regresar a ser un hígado más sano.
Sandra Villalobos: Sergio, entonces, ¿hasta qué punto puede recuperarse el hígado si la persona cambia sus hábitos?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Realmente no hay un estudio que nos hable sobre el porcentaje de cuánto se recupera. Más bien es importante también tener un concepto de que puede haber un punto de no retorno. Tampoco se sabe en qué momento es que ya tenemos un grado de fibrosis o un mecanismo de producción de esta cicatriz, que, aunque quitemos todos los factores externos, pues sea difícil que regrese a la normalidad. Esto es cuando ya tenemos una fibrosis más avanzada grado tres, cuatro. Hay estudios actualmente que están, digamos corriendo, para ver si hay medicamentos que nos pueden ayudar a mejorar el hígado graso y la cicatriz, pero actualmente en México no hay ninguno que esté aprobado para esta indicación y hay que tomar en cuenta que el proceso de generación de la cicatriz, pues es de 15, 20 años. Es una enfermedad que toma mucho tiempo en generar este problema ya crónico. Al quitar los factores externos no podemos esperar que mejore la cicatriz en seis, 12 meses; también va a tomar algo de tiempo. Entonces, lo importante, como dice el Dr. Alfonso, es quitar los factores externos, ir vigilando la función hepática y pues esperar que el hígado vaya recuperando esta regresión de la cicatriz.
Sandra Villalobos: Alfonso, si el hígado ya tiene inflamación o está más afectado, ¿cómo es el tratamiento que se hace en estos casos?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Uno, tratar de quitar esos factores para evitar esa progresión; y la otra es empezar a monitorizar ese hígado periódicamente. Como lo platicaba Sergio hace un momento, hoy tenemos ya esquemas de vigilancia en pacientes con cirrosis, en pacientes con fibrosis avanzada; ya cada vez se recomienda más a estos pacientes que tienen esteatosis o esteatosis un poquito leve o ya tirándola moderada también hacerles un monitoreo de screening cada cierto tiempo. ¿Para qué? Para detectar que no vaya progresando esta esteatosis a fibrosis cada vez más avanzada y que no vayan apareciendo otras cosas, como un tumor o una bola que tengamos que entonces ya hacer una biopsia o hacer otro tipo de tratamientos.
Sandra Villalobos: Sergio, me imagino que después de recibir un diagnóstico así no debe ser fácil, sobre todo para la familia, para el paciente. ¿Qué efecto puede tener emocionalmente en la persona?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Yo creo que puede pasar por diferentes fases, porque muchas veces a la consulta llegan con muchos miedos, que ya tengo una enfermedad hepática, que tengo cáncer, qué voy a ir a trasplante, cuando todavía ni siquiera se ha hecho un buen estadiaje de la cicatriz, de la fibrosis, de cómo está la enfermedad en ese momento. Entonces, puede haber una fase que un paciente pueda estar aliviado de que se le hizo un buen estudio, se le dijo que bueno, tenemos esta fase, tenemos que modificar esos factores, que todavía hay reversibilidad de la situación y pues causarle una cierta alegría que todavía puede controlar esta situación y hay otras en las cuales él se consideraba completamente sano, no le dices tienes esta enfermedad y pues a partir de ahí no es una persona, pues ya es una un paciente que tiene una situación que tiene que ponerle atención a factores de riesgo y manejarlos. Y esto le puede causar ansiedad, depresión, que también hay que identificar y apoyarlos, porque si se instaura esta situación, pues va a ser muy difícil para el tratamiento.
Sandra Villalobos: No avanzan ustedes.
Dr. Alfonso Bandín Musa: Sí, bueno, ahí me gustaría agregar un poquito, cada vez lo vemos más, yo como cirujano, me tocó operar un paciente de vesícula y ya con el entrenamiento que tenemos ves el hígado y dices “este hígado no es un hígado sano”, y le dices después “oye, sabes que tú venías por la vesícula, te operamos, todo salió muy bien, pero tienes hígado graso”. Y entonces viene esa etapa en la que el paciente te dice “yo no tengo nada doctor, mis exámenes están normales, yo venía por la vesícula, usted me está sacando, ahora tengo esto, ahora tengo el otro”; y lo que a mí me corresponde hacer es “tienes esto, lo podemos prevenir”, le explicamos todo lo que queremos explicarles, pero la medicina en México es más curativa que preventiva, entonces cuando estamos en esa fase. es cuando yo le digo al paciente “te mandamos a una consulta de nutrición, sabes que tienes sobrepeso”, no “yo no tengo nada”. Entonces muchas veces también viene ese luchar contra el paciente, contra la negativa que a veces carga y la otra es que ya cuando los mandas con las personas específicas, muchas veces dicen, “no doctor, sabe que voy a gastar un dineral, este no me alcanza para ver todo esto, mejor me quedo así y hago mi dieta yo solo”, que lo hemos visto, la mayoría de las personas no lo hacen y entonces cuando siguen progresando, siguen progresando y 15 años después ya vienen con un problema más grave.
Sandra Villalobos: Claro, Alfonso y aquí en esta parte, entonces, pues ¿qué tanto ayuda el tener el apoyo familiar emocional cuando uno está enfrentando este tipo de enfermedades?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Yo creo que es muchísimo, así como tenemos la desventaja de que tenemos un riesgo mayor de obesidad, de diabetes, de hígado graso. Tenemos una ventaja de que en México estamos siempre muy unidos, y lo vemos en la consulta, de repente llega el paciente y dice “sí, vengo yo con mi tía, mi tío, mi amigo y mi vecino y todos entran al consultorio”. Y eso es muy importante, porque ese apoyo que le pueden dar todas esas personas de alrededor es el que ayuda a ese paciente a salir adelante. A veces cuando vienen solos le das el diagnóstico, pues lo echan ahí en un balde y pues ya ni modo. Pero si vienen con la hija, con la esposa “oye papá, te acuerdas que te habían dicho que tenías esto, hay que echarle ganas…
Sandra Villalobos: Claro.
Dr. Alfonso Bandín Musa: …vamos a correr mañana”. Empiezan con cambios pequeñitos, pero a la larga esos cambios pequeñitos son los que llevan a una mejor calidad de vida.
Sandra Villalobos: Claro.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Y complementando esta parte, sabemos que bueno, la familia latina es, como dice Alfonso, muy unida y los cambios de estilo de vida, pues que es dirigido al paciente, pues usualmente se tiene que llevar a cabo en toda la familia. Porque esto también nos va a prevenir a que la familia también tenga, a futuro, pues problemas de hígado graso, cardiovasculares, metabólicos, que es estilo de vida que todos deberíamos de seguir para poder evitar el riesgo cardiovascular, porque de base la familia, los pacientes, la población latina tiene genética de riesgo para desarrollar estos problemas metabólicos.
Sandra Villalobos: Entonces Sergio, ¿qué sí podemos hacer el día de hoy? O sea, si alguien acaba de recibir este diagnóstico está asustado, ¿qué le dirías?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Yo le diría que, primero, idealmente vaya con un especialista en el tema para que se pueda asesorar bien de los factores de riesgo que tiene que hacer en modificaciones, hacer un buen estudio de el hígado como está, si tiene algún otro factor de riesgo para estar haciendo hígado graso, porque conocemos que todo es por este síndrome metabólico, por problemas de este tipo, pero hay algunas otras porcentajes de pacientes que pueden tener una causa agregada de daño y tenemos que identificar qué pacientes son, porque nos cambia la historia natural.
Sandra Villalobos: Claro.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Y hay que estudiar bien si tenemos algún proceso de cicatriz ya inicial y ver qué pacientes tenemos que hacer algún estudio más profundo, más fino, como es el FibroScan.
Sandra Villalobos: Alfonso, caso contrario, si alguien llega, digamos un poco tarde a la consulta, ¿todavía hay algo que se pueda hacer, o sea, hay alguna esperanza real?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Los grados finales de esta enfermedad llevan muchos años, entonces la mayoría de los pacientes que podemos captar ahorita en consulta, pues están en un grado intermedio, donde podemos hacer alguna regresión. Tristemente yo lo digo, yo soy cirujano, a mí casi siempre ya me llegan al final, cuando ya vienen muy rebotados por otros médicos o ya me los mandan otros médicos “sabes que este paciente ya pasamos de una fibrosis a una cirrosis”, ya estamos enfocados en otro tipo de tratamiento como un trasplante, como resecciones de tumores o algo así, pero la mayoría, yo creo que llegan a la mitad o antes de eso.
Sandra Villalobos: Sergio, si una persona no tiene síntomas, ¿en qué momento deben acudir al médico para revisar su hígado?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: No hay estrategias internacionales de decir a partir de esta edad tiene que hacer alguna revisión. Yo creo que es más tener en cuenta los riesgos metabólicos que pueda tener, como dependiendo si tiene sobrepeso, obesidad, hacerse estudios de sangre que nos puedan identificar si tiene algún riesgo metabólico a nivel de colesterol, azúcar, si tiene historia familiar, también es un paciente que debería, pues revisar si tiene alguna situación de este tipo y si se encuentra algún riesgo metabólico, pues identificar si se asocia también a esteatosis hepática, hígado graso, porque aproximadamente el 70, incluso hasta el 80%, o sea, ocho de cada 10 pacientes que tienen un problema metabólico como diabetes, obesidad, hipertensión, colesterol va a tener hígado graso. Entonces es una forma de identificar a los pacientes en riesgo.
Sandra Villalobos: Muchas gracias, Dr. Sergio Muñoz Martínez, gracias también al Dr. Alfonso Bandín. ¿Con qué mensaje final les gustaría despedirse, Alfonso?
Dr. Alfonso Bandín Musa: Uno, tenemos que cambiar nuestra mentalidad. La medicina no es para curar, deberíamos cambiarla a prevenir. Como lo platicamos ahorita durante toda esta charla, somos una población de riesgo, hay muchos obesos, muchas personas con perímetro abdominal elevado, con colesterol alto, con todos esos factores de riesgo para una esteatosis. Yo creo que todos esos vale la pena que en los siguientes exámenes médicos soliciten con su médico ahí, hazme una revisión, qué puedo hacer o está la posibilidad de que me manden a hacer un FibroScan y de ahí tener un basal para no llegar a esa medicina ya curativa o incluso lo peor de los casos, paliativa y estar en una parte preventiva ahorita.
Sandra Villalobos: ¿Sergio?
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Yo creo que, resumiendo, principalmente uno, hay que buscar los pacientes que tengan riesgo de hígado graso, o sea, como paciente tengo que hacerme la pregunta, ¿podré tener hígado graso si tengo estos problemas metabólicos? Y pues preguntarlo a nuestros médicos dirigidamente, y si el médico pues tiene necesidad de un especialista, lo dirigirá o pedirá algún estudio. Pero es importante ver si tenemos este problema hepático para poder iniciar las medidas de factores de riesgo, como es metabólicamente controlar todo a las metas de glucemia, de colesterol, de peso y también limitar mucho lo del consumo de alcohol, que es todo es un tema también muy amplio que hay que tomar en cuenta, porque el consumo de alcohol a veces lo dejamos un poco por debajo de la alfombra y bueno, es social nada más, solo es puntual, pero cuando hay hígado graso y hay que ver ¿cuánto se está tomando? Porque no hay límites mínimos que se recomienden.
Sandra Villalobos: Claro.
Dr. Sergio Muñoz Martínez: Si hay daño hepático, pues el hígado ya no tolera el alcohol y hay que limitarlo completamente.
Sandra Villalobos: Acudir con los especialistas como debe de ser, ¿verdad? Para evitar algún tipo de daño más grande.
Dr. Alfonso Bandín Musa: Exacto.
Sandra Villalobos: Muchas gracias, gracias a ambos. Gracias por haberte quedado hasta el final. Si esta información te pareció útil, te invito a compartirla con alguien más, nunca sabemos a quién puede ayudar. Y si aún no lo has hecho, suscríbete a nuestro canal de YouTube, Spotify o Apple Podcast. Dale Like, comenta y acompáñanos en cada episodio para seguir aprendiendo juntos. Yo soy Sandra Villalobos y a nombre del Centro Médico ABC, gracias por escucharnos. Esto fue, En Consulta, hasta pronto.