Se conoce como prueba PCR a las pruebas de reacción en cadena de polimerasa (PCR), que son un conjunto de estudios de diagnóstico ágiles y confiables que se utilizan para detectar alteraciones genéticas, padecimientos de origen infeccioso y células cancerosas que no pueden detectarse con otro tipo de pruebas.
PCR qué es
A través de copias las PCR identifican el ADN y el ARN del virus o del agente infeccioso, así como la anomalía celular presente en la muestra analizada.
Han tomado gran relevancia durante la pandemia por COVID-19, ya que es una manera rápida y precisa de saber si existe contagio. Enfermedades como VPH, tuberculosis, VIH, hepatitis B y C, meningitis o gonorrea son condiciones en las cuales la prueba PCR ayuda a su diagnóstico.
Una de las grandes ventajas de las PCR es que son capaces de hallar patologías en su etapa incipiente, lo que permite un tratamiento oportuno; a diferencia de otro tipo de pruebas que no pueden identificar enfermedades hasta que ya se encuentran en fases más avanzadas y hay suficientes anticuerpos para ser detectados.
El procedimiento para realizar una prueba PCR es el siguiente:
- Se extrae una muestra de algún tejido o fluido corporal como sangre, saliva o mucosidad.
- Al ser puesta en un equipo especializado, se le agrega a la muestra la enzima denominada polimerasa para generar copias.
- En poco tiempo se producen millones de copias en las que, si existe algún patógeno o células cancerosas, son detectados por el equipo.
En el caso del COVID-19 y algunos otros virus, al no tener ADN sino ARN, se requiere una conversión a ADN para que puedan ser copiados. Aquí se utiliza una prueba PCR de transcripción inversa.
Prueba PCR cómo se hace
Existen diversas formas de tomar muestras para llevar a cabo las pruebas PCR.
Mediante la extracción de sangre, se toma una muestra a través de una vena del brazo y suele ayudar a la detección de VIH o de hepatitis.
También existen tres tipo de hisopado, en función a la zona donde se tomará la muestra:
Hisopado de narinas (fosas nasales externas):
- Se introduce un hisopo y se hace girar en la fosa nasal durante 12 segundos.
- Se extrae el hisopo y se repite el procedimiento en la otra fosa nasal.
- Para el diagnóstico rápido de COVID-19 o detección de influenza.
Hisopado de cornete medio:
- Se introduce un hisopo hasta el fondo de la fosa nasal y se hace girar durante 12 segundos.
- Se extrae el hisopo y se repite el procedimiento en la otra fosa nasal.
- Diagnóstico de virus respiratorio sincitial en niños, así como identificación del tipo de influenza (A o B).
Hisopado nasofaríngeo:
- Se introduce un hisopo en la fosa nasal hasta llegar a la parte superior de la garganta.
- Se hace girar durante 12 segundos.
- Prueba de alta sensibilidad de COVID-19 o detección de adenovirus respiratorios y rinovirus.
Riesgos de una prueba PCR
Prácticamente no existen riesgos en las pruebas PCR, ya que la extracción de sangre únicamente puede provocar una leve hemorragia o formar algún hematoma pasajero.
En el caso del hisopado nasal puede provocar molestias como tos, náusea o dolor de garganta, sintomatología que desaparece de inmediato al concluir la toma de muestras.
Las pruebas PCR se han convertido en una herramienta de gran eficacia para controlar la diseminación de enfermedades, gracias a que permiten diagnósticos oportunos y tempranos que ayudan a tratar las enfermedades cuando todavía no se desarrollan, lo que favorece la recuperación de los pacientes.
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