El aneurisma de aorta torácica puede desarrollarse de forma silenciosa, sin manifestaciones evidentes en sus etapas iniciales. Sin embargo, cuando aparecen síntomas, suele ser indicio de complicaciones o de un aumento significativo del tamaño del aneurisma.
En caso de que haya síntomas iniciales, estos pueden ser:
- Espalda adolorida.
- Episodios de tos.
- Ronquera.
- Problemas para respirar.
- Pecho adolorido.
Cuando aparecen los siguientes síntomas, significa que hubo una ruptura del aneurisma de la aorta torácica:
- Punzadas intensas en la espalda.
- Pecho adolorido.
- Problemas serios para respirar.
- Hipotensión arterial.
- Dificultades de deglución.
- Desmayo.
Entre las posibles complicaciones del aneurisma de la aorta torácica, se encuentran:
- Hemorragia interna.
- Coágulos de sangre.
- Eventos cerebrovasculares.
- Aneurisma de aorta diagnóstico
El diagnóstico del aneurisma aórtico abdominal suele comenzar mediante la evaluación clínica detallada y, en muchos de los casos, el hallazgo de esta condición, al no tener síntomas, se realiza de manera incidental.
Durante la exploración física, en pacientes delgados, puede llegar a palparse una masa pulsátil en la región abdominal y esto permite al especialista levantar sospechas, pero para la confirmación diagnóstica siempre se requiere de estudios de imagen.
La ecografía abdominal suele ser la herramienta de elección para el tamizaje y diagnóstico inicial, gracias a su alta sensibilidad, especificidad y accesibilidad.
Mientras que, para una evaluación más precisa del tamaño, forma y extensión del aneurisma, se requiere de estudios como la tomografía computarizada con contraste o la resonancia magnética. Estos métodos permiten planificar con detalle la posible reparación quirúrgica.