Es un padecimiento de escasa incidencia, prevalente en mujeres menores de 40 años, que provoca un proceso inflamatorio de naturaleza crónica en los vasos sanguíneos (vasculitis), en especial de la arteria aorta, la principal del organismo, y los troncos supraaórticos, sus ramificaciones más importantes, lo que, a la larga, provoca estrechamiento, ensanchamiento, bloqueos o debilidad de las paredes de la arteria, susceptibles de generar aneurismas con el riesgo potencial de desgarros o rupturas.
No se conoce el origen de la arteritis de Takayasu, pero se cree que es una enfermedad autoinmune que se manifiesta con dolores pectorales o en los brazos, hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares, ataque cardiaco o insuficiencia cardiaca.
Existen casos asintomáticos, donde no será necesario recibir tratamiento, pero, normalmente, se necesita tratamiento farmacológico para controlar los síntomas y prevenir posibles complicaciones.