Una vez que el especialista analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física para corroborar la movilidad y rotación del hombro, así como el grado de dolor.
Asimismo, solicitará estudios de imagen que le ayuden a confirmar el diagnóstico y descartar otras lesiones del hombro, como:
- Ecografía.
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
A pesar de que la artrosis acromioclavicular no es curable, con el tratamiento oportuno y adecuado, se puede lograr una mejoría sustancial al reducir el dolor y mejorar el movimiento del hombro, dicho tratamiento puede consistir en:
- Analgésicos.
- Antiinflamatorios.
- Inyecciones de corticoides en la articulación.
- Terapia física y rehabilitación.
- Rutina de ejercicios para fortalecer músculos, ligamentos y articulaciones.
Cuando no hay mejoría después del tratamiento habitual, es probable que se necesite una artroscopia de hombro para retirar el tejido dañado de la clavícula a fin de disminuir el roce con el acromion y, con ello, reducir el dolor.
La recuperación de una cirugía de artrosis acromioclavicular dura entre cuatro y seis meses para que los ligamentos y partes blandas cicatricen y vuelvan a estabilizar de manera natural la articulación, por lo que la terapia física y la rehabilitación son fundamentales para conseguir una movilidad óptima y recuperar la fuerza.
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