Se trata de un trastorno de la alimentación de gravedad que puede llegar a tener consecuencias fatales, ya que en él se establecen patrones alimentarios donde el paciente ingiere cantidades excesivas de comida en atracones, para después provocarse vómito con el fin de desprenderse del aporte calórico del alimento y de la culpa por un potencial aumento de peso.
Las personas bulímicas viven obsesionadas con su apariencia física, su peso y composición corporal, por lo que, además de provocarse vómito, se valen de diversos métodos para deshacerse de las grandes cantidades de alimento que consumen, tales como ingesta descontrolada de laxantes, diuréticos, fármacos para bajar de peso y realización continua de enemas.
La autopercepción de un paciente afectado por este trastorno es de una imagen devaluada con defectos físicos y sobrepeso que necesitan erradicar. De ahí, que busquen liberarse de los aportes nutricionales de los alimentos que ingieren descontroladamente en comilonas.
La bulimia tiene mayor incidencia en mujeres adolescentes y jóvenes principalmente, aunque también puede presentarse en otras rangos de edad y en varones.
Aunque no se ha identificado el origen de este padecimiento, se sabe que existen diversos factores que ejercen influencia para el surgimiento de este y otros trastornos alimentarios, tales como cuestiones genéticas, biológicas, emocionales, psicológicas, sociales y educativas.