Para detectarlo, tu médico, además de realizarte un examen físico y verificar tu historial clínico, te solicitará análisis de sangre y estudios de imagen, como ecografía testicular y tomografía computarizada de abdomen, tórax y pelvis. Posiblemente, también sea necesario hacer estudios adicionales para saber si el cáncer se ha diseminado a otras áreas de tu organismo.
Si se determina que el bulto puede ser canceroso, es probable que requieras cirugía para extirpar el testículo y mandarlo a analizar con el objetivo de saber qué tipo de cáncer es y determinar los pasos a seguir.
El tratamiento y la duración del mismo dependerá del tipo de cáncer testicular que padezcas, el grado de avance y si se ha diseminado a otra parte de tu organismo, así como de tu estado físico, pero por lo general incluye:
- Radioterapia.
- Quimioterapia.
Cada caso es diferente y la combinación de las terapias varía, por lo que tu médico determinará el plan de tratamiento óptimo para ti. El objetivo de corto plazo es la remisión de la enfermedad y en el largo plazo, conseguir la cura total.
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