Tanto el estrés como la ansiedad juegan un papel central en el desarrollo de problemas de alimentación, sobre todo en el caso del sobrepeso y la obesidad. Cuando surgen episodios estresantes o de ansiedad, es frecuente que muchas personas busquen sosiego en el consumo de alimentos ultra procesados, que tienen un alto contenido de azúcares, grasas y sal, lo que, en exceso, podría causar graves problemas de salud. No obstante, en algunos casos, los episodios de estrés y ansiedad podrían ocasionar una reacción totalmente opuesta, e inhibir el apetito, causando otros problemas nutricionales.
Causas y factores riesgo:
Se sabe que el consumo de determinados alimentos puede brindar una aparente sensación de tranquilidad cuando se atraviesa por periodos de mucho estrés o ansiedad. El problema es que, al hacerlo, el sistema nervioso central podría acostumbrarse a lidiar así con estas emociones, y conducirnos hacia un mayor consumo de alimentos ultra procesados lo que podría desencadenar serios problemas de salud, entre estos, el sobrepeso y la obesidad.