Este padecimiento aparece cuando la glándula tiroides produce cantidades excesivas de la hormona tiroxina, desequilibrio que genera una aceleración en los procesos metabólicos del organismo, provocando arritmias, taquicardias y pérdida de peso, principalmente.
Las causas del hipertiroidismo son variadas, pero las más comunes son algunas afecciones que desencadenan esta disfunción, tales como la tiroiditis, nódulos provocados por adenomas o la enfermedad de Plummer, así como padecimientos autoinmunes como la enfermedad de Graves.
Las hormonas producidas en la tiroides tienen un papel clave en la totalidad de las células corporales, ya que ellas controlan el procesamiento de las proteínas, las grasas y los carbohidratos, el nivel sanguíneo de calcio, la temperatura corporal, y el ritmo cardiaco.
Normalmente, los pacientes con hipertiroidismo son tratados con fármacos antitiroides, pero si el tratamiento no da el resultado esperado, se inhabilita la glándula con yodo radioactivo y se prescribe hormona sintética para regular la cantidad adecuada para el organismo.
En algunos casos, se extrae quirúrgicamente la tiroides de manera parcial o total.
Si no se atiende, esta afección puede llegar a provocar complicaciones serias, pero si se diagnostica y se trata oportunamente, se controla adecuadamente sin mayores problemas.