Los síntomas de hipotensión ortostática más comunes incluyen mareo, visión borrosa, debilidad, confusión, fatiga y sensación de desmayo.
También es posible que algunas personas experimenten dolor de cabeza, palpitaciones o sudoración excesiva.
Todos estos signos suelen aparecer en los primeros segundos o minutos, tras el cambio de postura, pero en la mayoría de los casos se resuelven rápidamente si la persona vuelve a sentarse o recostarse.
Pero en casos más severos o frecuentes de hipotensión ortostática, se puede presentar con la pérdida temporal de la conciencia, conocido como síncope, y esto puede desencadenar caídas.
Además del riesgo por sí mismo de caerse como lesiones, fracturas o traumatismos craneales, también puede desencadenar un círculo de miedo a moverse, por lo cual se comienzan a mover menos y esto puede desencadenar un deterioro de la calidad de vida.