¿Qué es Infección por giardia (giardiosis)?

Se trata de un proceso infeccioso intestinal parasitario ocasionado por un parásito microscópico llamado Giardia lamblia, muy común en lugares poco higiénicos. Suele contaminar el agua, ya sea en áreas rurales o urbanas, provocando dolor abdominal, inflamación, flatulencias, diarrea líquida y naúsea.

Además de propagarse mediante la ingesta de agua contaminada, es posible infectarse al tener contacto con alguien enfermo o al consumir algún alimento con el parásito.

Normalmente, la giardiasis tiene una duración de dos a seis semanas, pero suele dejar secuelas duraderas en el intestino que tardan bastante tiempo en desaparecer completamente.

Si bien existen fármacos específicos contra la giardiasis, a veces no erradican con eficiencia al parásito, por lo que resulta más adecuado tomar las medidas necesarias para evitar la infección, tales como:

• Evita beber agua de dudoso origen o de acuíferos silvestres. 
• Desinfecta frutas y verduras. 
• No consumas alimentos crudos.
• Realiza higiene de manos continuamente, sobre todo después de ir al baño, cambiar pañales o preparar alimentos.
• Ingiere solo agua purificada.
• Evita consumir hielo.
• Si practicas sexo anal y oral, utiliza condón.

En ciertos casos, la giardiasis no presenta sintomatología, aunque los infectados mantienen su capacidad de contagio mediante su materia fecal.

Cuando aparecen síntomas, los más comunes son:

• Cansancio.
• Debilidad.
• Dolor abdominal.
• Inflamación.
• Náusea.
• Intensa diarrea acuosa.
• Heces fétidas.
• Flatulencias.
• Disminución del peso corporal.

Las posibles complicaciones que puede acarrear la giardiasis son:

• Deshidratación.
• Desnutrición. 
• Crecimiento lento en los niños. 
• Intolerancia a la lactosa. 

Una vez que tu médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará un examen físico y te solicitará una muestra de excremento para analizarlo en el laboratorio e identificar la infestación parasitaria por Giardia o descartar otras afecciones intestinales.

El tratamiento indicado son los antiparasitarios como:

• Metronidazol: suele ser el más utilizado, aunque provoca náusea y gusto de oxido en la boca.
• Tinidazol: es similar al anterior en efectividad y efectos secundarios, pero tiene la ventaja de requerir dosis menores, normalmente se requiere una toma única.
• Nitazoxanida: es el medicamento más utilizado en niños, ya que su presentación es líquida, aunque sus efectos secundarios incluyen flatulencias, náusea y pigmentación amarillenta en los ojos y la orina.

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