Después de que el ortopedista analice tus síntomas e historia clínica, te realizará un examen físico de la rodilla para detectar la inflamación y las áreas de dolor, así como verificar capacidad de movimiento y funcionalidad de la articulación.
También te solicitará estudios de imagen para confirmar el diagnóstico, como:
- Ecografía.
- Radiografías.
- Resonancia magnética.
El tratamiento se hará en función de la gravedad de la lesión, pero, por lo regular, consiste en:
- Reposo.
- Compresas frías.
- Analgésicos.
- Antiinflamatorios.
- Cirugía en casos graves.
- Terapia física y rehabilitación.
En el Centro de Ortopedia y Traumatología buscamos mejorar la vida de los pacientes restringidos o inmovilizados por trastornos o lesiones musculoesqueléticas. Nos especializamos en el cuidado del aparato locomotor mediante la integración de los últimos avances médicos, biológicos y tecnológicos, en estricto apego a los más elevados estándares internacionales de atención al paciente.