Una lesión del manguito rotador, sin importar si es desgarro, bursitis o tendinitis, se suele manifestar con dolor en el hombro afectado, que se puede irradiar hacia el brazo o limitar la movilidad.
Este dolor tiende a intensificarse al momento de realizar movimientos por encima de la cabeza, cargar objetos pesados o, incluso, dormir del lado afectado.
Para los casos de bursitis o tendinitis el malestar puede comenzar de manera gradual, mientras que, en los desgarros, sobre todo si se deben a traumatismo, el inicio es repentino e incapacitante.
También con frecuencia hay pérdida de la fuerza del brazo, esto dificulta realizar actividades cotidianas como peinarse, vestirse o alcanzar objetos.
Es posible que la rigidez y la sensación de chasquido o roce en el hombro se logre percibir.
Para los casos más graves, por ejemplo, un desgarro completo del manguito rotador, la persona puede ser incapaz de levantar el brazo por sí misma, esto representa una limitación funcional de relevancia.