Se trata de un padecimiento oncológico de las células sanguíneas de la médula ósea que provoca la producción descontrolada de células anómalas que afectan los linfocitos o glóbulos blancos, transformándolos en linfoblastos, que son linfocitos inmaduros con leucemia.
Es uno de los padecimientos oncológicos más comunes en infantes. A pesar de ser de rápido desarrollo, existen altas probabilidades de curación si se detecta y trata oportunamente, caso contrario al de los adultos que la padecen.
La mutación genética que promueve la aparición de la leucemia linfocítica aguda no se ha identificado con precisión ni se conoce su origen, pero se han identificado una serie de riesgos potenciales para desarrollarla, tales como:
- Haber recibido quimioterapia y radioterapia.
- Estar expuesto a niveles radioactivos elevados.
- Anomalías genéticas como el síndrome de Down y otras.