Se trata de una afección de naturaleza crónica del sueño en la que se experimenta una acentuada somnolencia a lo largo del día con crisis súbitas que orillan a quedarse dormido, lo que produce problemas serios de diversa índole, además del entorpecimiento de las actividades cotidianas por lo difícil que resulta mantener la vigilia por largo tiempo en todo tipo de contextos y circunstancias.
En algunos casos, este trastorno del sueño se manifiesta junto con cataplejía, que es la desaparición súbita del tono muscular.
Existen dos tipos de narcolepsia:
- Tipo 1: cuando está acompañada de cataplejía.
- Tipo 2: sin cataplejía.
A pesar de que no existe una causa conocida, se ha identificado que quienes padecen narcolepsia presentan disminución de hipocretina, que es un neuroquímico que contribuye al control del sueño y la vigilia, siendo niveles todavía más bajos en pacientes con narcolepsia tipo 1.
La afectación celular para la producción de hipocretina en el cerebro, aparentemente se debe a reacciones autoinmunes en el organismo.
Hasta el momento, se trata de un padecimiento incurable, cuyo tratamiento se enfoca al control de los síntomas y a mejorar la calidad de vida del paciente.