Tu dentista, una vez que analice tus síntomas y tu historial clínico, examinará tus dientes y encías para observar si hay acumulación de placa y sarro, así como facilidad para sangrar. Es posible que tome radiografías de tu dentadura para verificar el grado de daño óseo que presentas.
El tratamiento a seguir dependerá de tu caso, pero si la periodontitis no es grave, consiste en procedimientos menos invasivos, como:
- Limpieza y raspado: mediante instrumentos odontológicos, láser o ultrasonido, se eliminan el sarro y las bacterias de los dientes y encías.
- Técnica radicular: consiste en quitar protuberancias y hundimientos de la superficie dental para evitar que la placa y el sarro de acumulen.
- Antibióticos: sistémicos por vía oral y a través de enjuages bucales.
El objetivo del tratamiento es realizar una limpieza profunda en las encías y prevenir daños en el hueso que soporta los dientes.
Cuando las lesiones son demasiado serias, la opción indicada es la cirugía a través de injertos óseos y de tejido blando para evitar la pérdida de piezas dentales.
Prevención:
Además del tratamiento, tú puedes llevar a cabo las siguientes medidas para acelerar el proceso de curación y reducir el riesgo de desarrollar periodontitis, como:
- Lavarte los dientes después de cada comida.
- Utilizar hilo dental diariamente.
- Consultar regularmente a tu dentista.
- Dejar de fumar.
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