Tu médico, después de conocer tu sintomatología y analizar tu historial clínico, te hará un examen físico y realizará una endoscopia nasal para descartar alguna anomalía anatómica en la nariz y conocer el estado de tus senos paranasales. Si lo considera necesario, te pedirá una tomografía computarizada con el objetivo de observar los tejidos y huesos de la nariz, el tamaño y ubicación de los pólipos en áreas más profundas de los senos paranasales, y valorar el grado de inflamación.
Asimismo, te realizará un examen de sangre y una prueba de alergias a través de muestras cutáneas para analizar en el laboratorio e identificar el tipo de alergenos que pueda estar provocando la irritación. Si lo requiere, puede solicitarte también un análisis para detectar la presencia de fibrosis quística.
El tratamiento a seguir consiste en tratar de reducir el tamaño de los pólipos nasales mediante:
- Antibióticos para tratar infecciones crónicas o recurrentes.
- Antihistamínicos.
- Corticosteroides nasales inyectables, orales y tópicos.
- Fármacos especializados para disminuir el volumen de los pólipos nasales.
Si el tratamiento con fármacos no logra reducir el tamaño de los pólipos nasales, es posible que requieras una cirugía laparascópica para extraerlos y corregir anomalías en los senos paranasales. Sin embargo, los pólipos pueden retornar incluso después de una intervención quirúrgica exitosa. En ocasiones los sentidos del olfato o del gusto no mejoran.
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