Qué son venas varicosas

Las venas varicosas o várices son un tipo de venas inflamadas, sinuosas y dilatadas que se pueden observar a través de la piel, de color rojizo, azulado o púrpura, las cuales afectan con mayor frecuencia a las mujeres.

El origen de las venas varicosas es una disfunción en las válvulas venosas por lesión o debilidad de las mismas, ya que su función es regresar el flujo sanguíneo al corazón, pero si no la realizan correctamente, la sangre se acumula, provocando las alteraciones morfológicas descritas.

Si bien cualquier vena superficial del cuerpo es susceptible de tornarse varicosa, su mayor incidencia se encuentra en las venas de las extremidades inferiores, causando en ocasiones dolor, inflamación, molestias para caminar y permanecer de pie, además del factor antiestético que generan.

Venas varicosas, síntomas

Los pacientes con venas varicosas suelen experimentar una sensación de pesadez o dolor después de permanecer mucho tiempo de pie, así como calambres, ardor o picazón alrededor de las venas afectadas. En ocasiones los síntomas pueden intensificarse al final del día o durante momentos de calor.

Conforme pasa el tiempo, pueden aparecer cambios en la piel, como coloración marrón, resequedad o engrosamiento en la zona afectada, indicando un deterioro de la circulación venosa.

Para las etapas avanzadas, las venas varicosas pueden producir inflamación, úlceras en la piel o sangrado ante mínimos traumatismos, esto requiere de atención médica especializada.

Venas varicosas, diagnóstico

El diagnóstico suele iniciar con una exploración física, en la cual el médico evalúa las venas visibles, la presencia de hinchazón y los síntomas referidos por el paciente. También es importante considerar el historial médico y familiar, debido a que los antecedentes de insuficiencia venosa son un factor predisponente de relevancia.

El diagnóstico confirmatorio, y valorar la gravedad de la condición, se realiza con el apoyo del ultrasonido Doppler, esta prueba no invasiva permite visualizar el flujo sanguíneo y detectar posibles obstrucciones o reflujo en las venas. Es fundamental realizar este estudio para poder planificar el mejor tratamiento para várices.

Venas varicosas tratamiento

La elección del tratamiento dependerá del grado de afectación. Para casos leves de venas varicosas, suele recomendarse modificar hábitos como evitar el sedentarismo, elevar las piernas, utilizar medias de compresión y controlar el peso corporal. Este tipo de cambios ayudan a mejorar la circulación y reducir los síntomas que se han presentado.

Pero cuando las venas varicosas son más severas o provocan complicaciones se pueden emplear tratamientos médicos o quirúrgicos. Dentro de las opciones destacan la escleroterapia, el láser endovenoso, la radiofrecuencia y la cirugía convencional.

Todas estas técnicas ayudan a eliminar o cerrar las venas dañadas, lo que mejora tanto la apariencia física de la persona como la función circulatoria de las piernas.

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