Centro Médico ABC > Podcasts > ¿Tú hígado está en riesgo?
bra podcast poliquistico

T2. E25. ¿Tú hígado está en riesgo?

21 octubre 2025 - 52min 13s

El hígado graso es hoy la principal causa de enfermedad hepática crónica y la mayoría lo padece sin saberlo. No es un problema lejano ni exclusivo de adultos mayores, también puede afectar jóvenes.

Transcripción Podcast

Dr. Sergio Muñoz Martínez: El sólo tener hígado graso, nos da un riesgo cardiovascular más elevado que alguien que no tiene hígado graso.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Eso existe, hay una predisposición genética a este hígado graso agresivo.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: La cirrosis es una fibrosis avanzada.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Muchísimo cuidado con los suplementos.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Hay un gran porcentaje de pacientes que pueden tener depresión o caer en depresión.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: El mejor tratamiento de hígado graso es lograr pérdida significativa de peso.

VO: En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC, bienvenidos al espacio donde los médicos especialistas del ABC despejan tus dudas y te brindan la información que necesitas para cuidar de ti y de los tuyos.

Sandra Villalobos: El cuerpo no siempre avisa, no hay dolor, ni fiebre, ni señales claras; todo parece bien hasta que un chequeo revela hígado graso. Es una condición silenciosa que afecta al 25% de la población mundial y muchos no lo saben hasta que el daño es grave. Es la principal causa de enfermedad hepática crónica. ¿Por qué va en aumento? ¿Cómo saber si estás en riesgo? El día de hoy vamos a platicar de lo que pocos conocen sobre el hígado graso: causas, riesgos y prevención. Soy Sandra Villalobos. Estás, En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC, bienvenidos. El día de hoy nos acompaña el Dr. Sergio Muñoz Martinez, especialista en gastroenterología, hepatología y cáncer hepático, bienvenido Sergio.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Muchas gracias.

Sandra Villalobos: También está con nosotros el Dr. Ernesto Márquez Guillén, él es especialista en gastroenterología con alta especialidad en hepatología.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Muchas gracias por la invitación.

Sandra Villalobos: Gracias a ambos por estar aquí, En Consulta, el podcast del Centro Médico ABC. Y antes de meternos de lleno en el tema, me da curiosidad algo. ¿Por qué creen que se habla tan poco del hígado si es un órgano tan importante?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Bueno, yo creo que la forma es que se les pone más interés a ciertos órganos. De forma típica, pues el paciente está muy pendiente de mi cardiólogo, este el gastroenterólogo y el hígado, como usualmente no da un síntoma hasta que ya está muy avanzado el problema, no hay estrategias de prevención o de chequeo de forma rutinaria. Y entonces no lo tiene tan dentro, digamos, de su espectro de enfermedades.

Sandra Villalobos: Ok.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Lo otro es que creemos que el hígado solo se daña por el alcohol, no; o sea, hay una variedad de enfermedades que no son relacionadas al alcohol y que pueden condicionar una enfermedad crónica. Y lo otro es que no hay una política de salud pública importante, hay campañas para detección de cáncer de mama, de cáncer cervicouterino, diabetes, pero no hay campañas para detección…

Sandra Villalobos: Del hígado.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: …desde un punto de vista de salud pública de enfermedades del hígado. Entonces también hay desde la parte de que las enfermedades del hígado son asintomáticas, como dice Sergio, hasta también, una deficiencia en políticas de salud pública para hablar específicamente de enfermedades del hígado.

Sandra Villalobos: Ernesto, para empezar por lo básico, para todas las personas que no tienen ni idea de lo que hace precisamente el hígado, ¿cómo lo explicarías en unas palabras simples? O sea, ¿qué hace el hígado en nuestro cuerpo?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Es una maravilla, es… yo le llamaría, es una planta, un laboratorio, que ayuda a eliminar las toxinas que se derivan del metabolismo de nuestro cuerpo. Sin el hígado no se eliminarían toda esta serie de toxinas. Además, es una fábrica, una fábrica de proteínas esenciales, ayuda a asimilar alimentos, es reserva de energía de glucosa. Entonces tiene muchísimas funciones, más de 500 conocidas y en todo momento está trabajando. Es un órgano maravilloso, es un órgano vital.

Sandra Villalobos: Sergio, para entender esta relevancia que nos está platicando Ernesto, ¿qué pasa con el cuerpo cuando el hígado empieza a fallar?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto depende mucho de la etapa, porque en etapas iniciales el hígado tiene mucha reserva funcional y puede, pues, seguir sus procesos hasta cierta medida y no dar ningún síntoma. El problema es cuando el hígado ya tiene un daño muy avanzado y empieza a manifestarse con algunos síntomas como ojos amarillos, que es como lo que típicamente, pues en la población podemos identificar como un daño en hígado. Esto dependiendo de qué es lo que lo ocasionó, pues el hígado puede tener una inflamación, dejar de producir ciertas proteínas, como dice este Ernesto, algunos procesos metabólicos también pueden empezar a fallar, tener problemas en la resistencia a la insulina, disminuye la glucosa. Esto depende mucho del nivel de daño que pueda tener el hígado, por eso hay que tener, pues, una estrategia de prevención, de vigilancia de la función y no llegar a estos momentos, porque puede ser que ya el daño esté instaurado.

Sandra Villalobos: Claro, Ernesto, cuando hablamos del hígado graso, ¿a qué nos referimos exactamente? O sea, ¿cómo es que empieza a acumular grasa el hígado?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Va. Uno, la enfermedad se caracteriza por acumular gotitas de grasa dentro de las células hepáticas. Un hígado sano normal podría tener hasta un 5% de estas células que contienen grasa y cualquier acumulación mayor a este 5% se le denomina hígado graso. ¿El por qué comienza a acumular de forma anormal esta grasa, las células del hígado? Es derivado de alteraciones básicamente metabólicas, o sea, hígado graso es una enfermedad metabólica relacionado principalmente a sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, algunos alimentos que pueden contribuir a un mayor acúmulo de esta grasa en el hígado, un estilo de vida de sedentario, etcétera. O sea, es una enfermedad metabólica. Lo habitual es ver una persona que tiene varios de estas características que acabo de mencionar, cómo el paciente o la persona típica, y esto es lo que condiciona este acúmulo anormal de grasa. El hígado graso, es la enfermedad más frecuente del hígado, con mucho, a nivel mundial y se está convirtiendo en la causa número uno de cirrosis y de cáncer de hígado a nivel mundial, incluso en algunos países occidentales ya superando al alcohol como causa número uno de cirrosis. Es todo un problema.

Sandra Villalobos: Sergio, relacionado con esto, ¿cuál es la diferencia entre el hígado graso no alcohólico y alcohólico? ¿Son etapas diferentes o son enfermedades diferentes?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Son etapas diferentes de una misma enfermedad, pero vale la pena mencionar que esta nomenclatura que se utilizaba previamente cambió en mayo del 2024, cuando las asociaciones importantes a nivel internacional, latinoamericana, europea y americana decidieron que la nomenclatura como “hígado graso alcohólico o no alcohólico” cambiara a una nomenclatura que incluyera más una disfunción metabólica. Ahora se conoce como “enfermedad hepática asociada a disfunción metabólica”, porque quitamos de la ecuación esta palabra alcohólica que podría meter un poco de ruido sobre la etiología. La etiología es más sobre la disfunción metabólica que puede haber en un paciente y el impacto que tiene hacia la acumulación de grasa en el hígado. Una vez que haya esta grasa, como decía Ernesto, arriba de un 5%, porque siempre va a haber una acumulación, digamos, normal de grasa debajo del 5%, pero con mayor cantidad de grasa también empieza a haber una producción de inflamación crónica de bajo grado, que esta inflamación lleva a haber una esteatohepatitis, que es inflamación de las células hepáticas.

Sandra Villalobos: ¡Guau! Okey, Ernesto, sabemos que la alimentación influye muchísimo en esta enfermedad, pero ¿qué tipos de alimentos pueden contribuir a que aparezca ese hígado graso?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Uy, sí, la alimentación definitivamente tiene un papel súper importante en la aparición de grasa en el hígado, todo lo que es alimentos que le llamamos ultraprocesados, altos en azúcar; el hígado tiene la posibilidad de captar todo ese exceso, digamos, de azúcar, y si no se utiliza esa energía, lo transforma en esta grasa y entonces se acumula dentro de la célula. Entonces todos los productos, bebidas, refrescos, comida rápida y comida, también, alta en grasas saturadas son lo que lleva a este acúmulo anormal de grasa, o sea, todo lo que tiene mucha azúcar produce mucho hígado graso.

Sandra Villalobos: Sergio, algo que me llama realmente mucho la atención de esta enfermedad, es que puede avanzar sin dar síntomas al inicio. ¿Por qué sucede esto? O sea, ¿por qué el hígado no se queja si lo ponemos entre comillas?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es por… bueno, la capacidad del hígado, que también es regenerativa, de aguantar esta inflamación de bajo grado. Los estudios que ven cuánto tiempo pasa desde que tenemos hígado graso hasta el desarrollo de fibrosis y ya tener un problema que desemboca cirrosis, es un periodo que puede tardar de 15 a 20 años. Es una enfermedad, pues toma bastante tiempo. Y esto, como dices, es un problema porque es usualmente asintomático hasta que empieza a haber fallas en la función del órgano. Esto es muy derivado de que es una inflamación de bajo grado y que el hígado pues tiene esta capacidad regenerativa, que tiene, pues si hay algún daño celular, puede producir nuevas células e ir adaptándose un poco a las situaciones hasta que hay un punto de falla y pues ya hay producción de colágeno, fibrosis y esto es un problema que va como una bola de nieve, va aumentando.

Sandra Villalobos: Ernesto, ya que estamos en esta parte de los de las señales de alerta, ¿qué síntomas suelen aparecer que las personas ignoran sin saber que podrían estar relacionados con el hígado?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Esa es una de las partes más complejas, porque la gran mayoría de las personas que tienen hígado graso no tienen ningún síntoma. Ok, entonces hay que buscarlo, digamos, de forma más intencionada en las personas. Ocasionalmente las personas buscan atención por, como dijo Sergio, previamente, el hígado no da dolor, entonces es difícil que las personas busquen atención por un dolor del hígado. Suelen tener cierta molestia abdominal, cansancio, pero bueno, el cansancio lo puede dar cualquier cosa. Entonces, el hígado como tal, hígado graso en sus etapas iniciales y cuando hay cierto avance, en realidad no da síntomas. Corresponde indagar la presencia de esta grasa en personas que tienen los factores de riesgo que mencionamos previamente, todos estos factores metabólicos, por ejemplo. Actualmente se recomienda buscar de forma intencionada hígado graso en personas con obesidad y con diabetes. O sea, ese tipo de acciones para identificar la presencia de grasa es la que tenemos que realizar, porque si esperamos a que dé algún síntoma es porque ya está muy avanzada la enfermedad.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿entonces cómo lo podemos prevenir?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: La prevención es algo súper importante, es un estilo de vida saludable, peso saludable; para personas que tienen ya enfermedades metabólicas, diabetes, hipertensión, un muy buen adecuado control metabólico a través de dieta, ejercicio, control de las enfermedades que tiene con adecuado tratamiento, etcétera. Eso es una enfermedad altamente prevenible.

Sandra Villalobos: Sergio, mientras que no hay estas señales externas claras, ¿qué tipo de daño se puede estar dando por dentro?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: El daño es a diferente nivel, algo importante a saber es que el hígado es un órgano que puede tener procesos en diferentes puntos, tiene dos lóbulos, tiene diferentes segmentos y el depósito de grasa no es homogéneo, no es que la grasa esté en todo el hígado y tampoco es que la grasa esté encapsulada. La grasa está dentro de las células en forma de vesículas de grasa y este puede estar de forma heterogénea de diferentes cantidades, en todo el hígado. Entonces puede haber diferentes grados de inflamación en diferentes secciones y tener pues procesos más avanzados de fibrosis, de cicatriz, en diferentes posiciones y esto nos deja libre de cierto parénquima normal. Entonces por eso el proceso puede tardar mucho tiempo en afectar a todo el órgano y es una inflamación de bajo grado que va avanzando poco a poco. Y también, para complementar lo que mencionó Ernesto, no sé, en la consulta seguramente te ha llegado a tocar pacientes que llegan y le haces una historia clínica y te mencionan que tienen hígado graso de hace unos 10 años que le dijeron y pues le dijeron, tiene hígado graso, no se preocupe, no es nada y pues siga con su vida. Y esto es algo importante a saber, también hay que educar a la población, que el hígado graso no es una enfermedad benigna y tiene sus riesgos cardiovasculares, tiene que revisar también si tiene algún otro factor metabólico que no se ha estudiado. El hígado graso se relaciona más o menos el 50, 60% con algún problema metabólico. Y si el paciente solo tiene hígado graso y no tiene nada más, hay que buscar con pruebas dirigidas para ver si no tiene problemas de resistencia a la insulina, diabetes, dislipidemia, hipertensión; porque puede tener un factor metabólico que no sea diagnosticado y no lo está, pues identificando el hígado graso. Es muy… menos del 10, 20% de las ocasiones, hay hígado graso sin tener un factor metabólico asociado.

Sandra Villalobos: ¿Cómo una cosa puede desencadenar otra, Ernesto?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Yo como le explico a mis pacientes, es, o sea, el hígado graso hay, digamos, una serie de etapas por las que puede pasar. La primera etapa es esta, este acúmulo de grasa anormal en el hígado. De estos, un porcentaje afortunadamente pequeño, tiene un hígado graso, llamémosle más agresivo, principalmente lo tienen personas con obesidad y con diabetes. A este hígado graso más agresivo le llamamos esteatohepatitis, que es la inflamación; y todavía un porcentaje de estos son los que empiezan a desarrollar cicatriz. Eso es, digamos, la parte más importante que comienza esta grasa a generar daño, este daño se traduce en cicatriz. Y cada vez va haciendo una cicatriz más gruesa, de forma difusa, y si pasan los años con todas estas alteraciones metabólicas, esta cicatriz va reemplazando en su totalidad el hígado, las células normales del hígado, hasta un lapso de 15, 20 años llegar a la cirrosis. Y en todo este lapso de tiempo no hubo síntomas, no hubo ningún síntoma.

Sandra Villalobos: Pueden pasar muchos años entonces y las personas ni se dan cuenta.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Por ejemplo, actualmente vemos personas con hígado graso 50, 60 años y “doctor, me acaban de diagnosticar ya cirrosis”. Vienen muy extrañados porque nunca han consumido alcohol y empezamos a hacer pues el historial y pues son personas que 20, 30 años tenían sobrepeso, obesidad, diabetes. Entonces esas personas empezaron su cirrosis, que ahora estamos viendo, la empezaron hace 20 años y después de este lapso de tiempo se está manifestando, pero ya la cirrosis. Entonces aquí lo importante es cómo identificarlas en todo este camino para implementar estrategias para que no progrese hacia lo que es la cirrosis o cáncer de hígado.

Sandra Villalobos: Claro, Ernesto, y de hecho muchas personas creen que solamente quien tiene sobrepeso tiene hígado graso, ¿pero una persona delgada también puede desarrollarlo?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Definitivamente y hay veces que es más difícil de diagnosticar porque no lo sospechamos. Pero normalmente estas personas, la gran mayoría de las personas que tienen hígado graso con peso normal, son personas que sí tienen algún otro factor metabólico, pueden llegar a tener resistencia a la insulina, hipercolesterolemia, etcétera. O sea, generalmente, aunque no tengan sobrepeso, generalmente tienen una enfermedad metabólica que es la que está condicionando. Este acúmulo de grasa, aunque no tengan sobrepeso.

Sandra Villalobos: Claro, oye, Sergio, y además del peso y de la dieta, ¿hay otros factores, no sé, por ejemplo, el estrés o algunos trastornos metabólicos que también puedan influir?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Sí, hay algunas condiciones y pues hábitos que se pueden tener que condicionan a predisposición a hígado graso, como puede ser el estrés crónico, se ha estudiado que también puede subir los niveles de cortisol basales; y esto, pues propiciar toda la maquinaria de depósito de grasa a nivel hepático. Y también hay algunos hábitos como es, le decimos el binge-eating disorder, que puede ser que los pacientes que tienen hígado graso pues tienden a tener conductas alimenticias diferentes en cuanto a fines de semana, tienen una comida hipercalórica, piden algo porque para consentirse y entonces son momentos pues de un consumo muy importante de calorías, que todo lo que es extra se metaboliza y se puede depositar como grasa en el hígado. Y otro factor que se ha estudiado es el jet lag que conocemos de cambio de horario, esto también se ve cuando se trabaja por las noches o no se tiene horarios de sueño adecuados, nos cambia mucho también este los ciclos de consumo de alimentos, la microbiota, también pueden poner todo, digamos, el panorama propicio para poder tener una esteatosis hepática.

Sandra Villalobos: Ernesto, el alcohol, hablando un poquito acerca de esto, ¿qué papel juega en esta enfermedad, o sea, solamente afecta si se consumen grandes cantidades?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: No. ¿Sabes cuánto es la cantidad nociva de daño por el alcohol? Es… los especialistas hablamos de unidad de bebida estándar, que es pues el equivalente a una bebida, lo correspondiente a 10 g de alcohol. Es diferente el metabolismo del alcohol en hombres y mujeres, digamos que una cantidad tóxica o dañina en hombres son cualquier cantidad que supere en un día tres, tres bebidas y en una mujer dos; eso es, digamos, como lo que actualmente se conoce como una cantidad permisiva de alcohol. El problema es que cuando hay hígado graso más un consumo de alcohol, esto hay una sinergia de uno más uno, tres. Lo que puede llegar a pasar en personas que tienen todas estas enfermedades metabólicas e hígado graso, más cierto consumo de alcohol, lo que puede llegar a favorecer es que el camino de la enfermedad que estábamos hablando de 15, 25 años desde que inició hasta llegar a la cirrosis, en personas que tienen esta combinación se puede reducir; entonces llegar a una etapa de cirrosis o cáncer de hígado en menor tiempo. De tal forma que es una combinación, llamémosle muy tóxica, tener esta enfermedad metabólica del hígado junto con un consumo de alcohol. Ese es un problema importante.

Sandra Villalobos: Sergio, también he escuchado que incluso si alguien deja de beber el consumo excesivo y prolongado de alcohol puede dejar una huella en el hígado. ¿Es verdad que el daño puede aparecer tiempo después?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto yo creo que es difícil de estudiarlo porque no hay algo que se basa en biopsias para ver el daño, en qué momento se ocasionó, si fue al suspender, de dónde se parte un daño de hígado. Entonces, lo importante a saber es que hay que buscarse estrategias de tamizaje para buscar los pacientes que están en riesgo de tener algún grado de fibrosis junto con el hígado graso para poder establecer estrategias de prevención. Como mencionó Ernesto, los grados de fibrosis van del cero, o sea, “no fibrosis”, hasta cuatro, que es cuando ya se tiene el diagnóstico de cirrosis. Y en el intermedio puede no haber ningún tipo de síntoma y tener ya cierto proceso fibrótico, y esto pues ocasionado por hígado graso, por el consumo de alcohol combinado, y esto se ha visto en estudios a gran escala, que cualquier grado de fibrosis tiene más riesgo de tener desenlaces negativos en cuanto a mortalidad y desenlaces hepáticos en comparación con un paciente que no tiene fibrosis. Entonces, es algo importante, o sea, si yo ya tengo un grado de fibrosis ya tengo más riesgo que la otra persona, que no tiene fibrosis, para tener problemas a futuro y se tiene que dar las recomendaciones puntuales que es no consumo de alcohol. O sea, siempre tengo pacientes que me dicen “pero doctor, ¿cuál es lo mínimo que puedo consumir?“ Es que no hay estudios para decir cuál es lo mínimo que se puede consumir. Si se tiene fibrosis, la recomendación internacional es no podemos consumir alcohol. Ya si se consume bajo cierta distancia y recomendaciones de consumo mínimo; bueno, ya es otro tipo de recomendación, pero las internacionales es “si hay algo de fibrosis, no hay que consumir alcohol”.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿existen algunos hábitos inofensivos, pero que en realidad dejan un daño en el hígado con el tiempo?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Sí, lo hay y están muy de moda. Los que nos dedicamos a enfermedades del hígado somos algo en contra, por ejemplo, de suplementos, diversos tipos de suplementación con fines de dar mejoría en algún parámetro de salud metabólico, peso, etcétera, pueden ser potencialmente nocivos aliados. Claro, no lo presenta el 100% de las personas, pero vamos a poner que hay una persona de cada 100 que toman algún suplemento, llega a tener una toxicidad importante a nivel hepático, entonces hay uno hay que tener muchísimo cuidado con los suplementos.

Sandra Villalobos: ¿De qué suplementos hablamos? Ernesto, para saber.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: De todo tipo, o sea, desde herbolaria, por ejemplo, es una muy conocida causa de hepatotoxicidad, por ejemplo, la semana pasada acabo de ver una paciente que se puso amarilla por cúrcuma y lo estaba tomando con una finalidad de perder peso, y está muy bien descrito que hay una toxicidad asociada a cúrcuma, por ejemplo. Y de ahí, suplementos para tratar de mejorar, por ejemplo, masa muscular, estos son también algo frecuentes. Pero en realidad, todo tipo de suplementos puede llegar a provocar unos en mayor medida, otros en menor, pero pueden llegar a causar una hepatotoxicidad, así como son los fármacos.

Sandra Villalobos: Por ejemplo, ¿qué opinas de la creatina?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Está muy bien estudiada y es de las menos…

Sandra Villalobos: Invasivas.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Sí, es de las que cuando me dicen “yo uso creatina con la finalidad de mejorar masa muscular, etcétera”, no es de los que suelo decirles suspéndalo. Pero sí hay otro tipo de medicamentos o medicina alternativa, donde pues mi función es explicarle a las personas que a lo mejor lo que están haciendo no tiene un sustento médico científico y que, puede tener un potencial de hepatotoxicidad. Dos, hay ciertos fármacos que usamos en diferentes escenarios con un reconocimiento importante de una potencial hepatotoxicidad y corresponde a los médicos que usamos esos fármacos estar vigilando cuando está la persona, bajo ese tratamiento, estar vigilando sus pruebas, sus niveles a nivel hepático.

Sandra Villalobos: Sergio, cada vez escuchamos más estos adultos jóvenes e incluso también adolescentes que están siendo diagnosticados con hígado graso. ¿Esto es cierto? ¿Y a qué se debe si es así?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es un problema también este epidemiológico que se ve que, en niños, en la población pediátrica menos de 18 años, más o menos hay un porcentaje o prevalencia de 18%, 15% de hígado graso; pero se ve que sube hasta un 46, 50% cuando está asociado a obesidad infantil. Y la obesidad infantil ha ido hacia la alza en Latinoamérica, México pues no está excluido de esto y esto está muy asociado a tener hígado graso a mayor prevalencia en edades más tempranas, y pues el tiempo que hablamos de 15, 20 años, pues empieza desde edades más tempranas y tenemos problemas hepáticos a edades más tempranas. Y esto pues se relaciona mucho, son los tipos de consumo de alimento y lo que pues hay que buscar estrategias para poder limitar ciertos accesos a alimentos ultraprocesados a las poblaciones infantiles.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿qué pasa con quién tiene antecedentes familiares? ¿Aquí qué debería estar haciendo ya para cuidarse?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Sí, uno, por un lado, hay, digamos, una cierta predisposición genética. Hay algunos genes identificados que predisponen a tener un hígado graso agresivo. Tenemos, digamos, familias donde no es raro que papá, mamá, fallecieron por cirrosis, por hígado graso o tenían diabetes; y miembros de la segunda generación, algunos hermanos, los tres hermanos, también ya tienen cirrosis. Eso existe, hay una predisposición genética a este hígado graso agresivo y que también se da en el contexto de que estas personas pues también tienen los factores de riesgo, o sea, son personas que tienen sobrepeso, obesidad, diabetes, más estas situaciones genéticas, lo que también hace que esta enfermedad progrese mucho más rápido. ¿Qué recomendamos cuando hay estos antecedentes familiares? Uno, un estilo de vida saludable y definitivamente una búsqueda intencionada, con una serie de estudios, pues para saber o determinar cuál es el estado de salud de enfermedad del hígado.

Sandra Villalobos: Claro, Sergio, cuando hay sospechas de un hígado graso, ¿qué estudios se necesitan para confirmar este diagnóstico? ¿Pueden ser de sangre o de imagen o ambos, por ejemplo?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Yo creo que, bueno, el hígado graso se puede sospechar con diferentes estrategias. La más frecuente que llega a nuestro consultorio yo creo que es por ultrasonido, que muy probable se hizo por otra causa que no es hepática, por algún dolor gastrointestinal, pero que al final de cuentas se encuentra hígado graso en el ultrasonido. Hay algunas pruebas a nivel de laboratorio, que con las pruebas de función hepática podemos también sugerir que pueda tener hígado graso el paciente, pero lo importante es que una vez que tenemos este diagnóstico de hígado graso, hay que estadificar qué fibrosis puede tener o qué riesgo de fibrosis puede tener el hígado, y para eso también hay calculadoras que se usan con estudios de laboratorio. Y los pacientes de alto riesgo, como son los pacientes con obesidad, con diabetes, con algún consumo de alcohol, yo recomendaría incluso llevarlos a hacer un estudio que se llama elastografía transitoria, que nos ayuda a medir de forma directa, es como un ultrasonido, pero pequeño, que nos dice la dureza del hígado. Entonces con esto podemos ponerle un número y ver en qué, digamos fase, estamos de la enfermedad, qué riesgo podemos tener de progresión y establecer mejores medidas de estilos de cambio de vida, de consumo de alcohol, de dieta, intensificar estas medidas para que no progrese la enfermedad.

Sandra Villalobos: Ok.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Yo aquí complementaría, con lo que dice Sergio, es uno, que puede haber, por otro lado, en un check up, y dentro de una química hay un apartado de pruebas o perfil hepático y todo puede aparecer palomita, palomita, palomita o en verde; y esa persona puede tener hígado graso, o sea, en sangre no siempre hay alteraciones en las pruebas hepáticas. Y el siguiente estudio, cuando tenemos cierta sospecha de que puede tener una persona hígado graso es un ultrasonido, es el estudio digamos más sencillo, disponible y esta grasa en el hígado hace que en un ultrasonido brille, se ve más brilloso. Entonces esa es digamos la forma más fácil de identificar la presencia de grasa. Tiene una cierta desventaja que puede identificar a partir del 25, 30% de grasa en el hígado. Y el tercer estudio es el que comenta Sergio, es un estudio que se llama elastografía transitoria, mejor conocido FibroScan. Es un estudio que utilizamos muchísimo en esta enfermedad, es probablemente el mejor estudio para identificar personas que tienen ya cicatriz, es una maravilla este estudio y rara vez ya, actualmente, se requiere de una biopsia del hígado. Hace 15, 20 años, probablemente en esta enfermedad para tener cierta información se requería tomar biopsias, eso ya actualmente es muy raro requerirlo. Llegamos a requerir una biopsia cuando sospechamos que pudiera tener una enfermedad diferente al hígado graso, generalmente es el tipo de estudios que solemos hacer cuando estamos sospechando de hígado graso.

Sandra Villalobos: Sergio, a ver, ahora vamos a entrar a algo que nos ocupa a todos. ¿Qué pasa si de plano ya ignoro yo el problema? Si no lo tratamos a tiempo. ¿Qué tipo de complicaciones puede llevar esta enfermedad?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto con el tiempo puede pasar todo un proceso, digamos, siempre tenemos los números para apoyarnos de decir un poco cómo está la enfermedad. A nivel Latinoamérica, el 44% los de la población puede tener cierto grado de hígado graso, que esto aumenta cuando se tiene algún problema metabólico asociado. De este porcentaje, más o menos el 25 tiene esteatohepatitis, o sea, la inflamación. Y de este porcentaje de esteatohepatitis, más o menos el 10, 20% pueden empezar a generar esta fibrosis, a diferentes niveles. Y con el tiempo, si no cuidamos, pues el estilo de vida, bajar de peso, el consumo de alcohol, los medicamentos que sean pues también vigilados, si tienen algún grado de hepatotoxicidad, la fibrosis avanza y avanza en los grados 1, 2, 3, y ya tenemos una fibrosis avanzada que desemboca hacia problemas de cirrosis. Y cuando se tiene cirrosis, pues también el problema es que inicialmente puede ser asintomática completamente, hay cirrosis compensada en la cual no hay manifestaciones clínicas como conocemos la cirrosis de la televisión o que conocemos a alguien que tuvo cirrosis, que ya usualmente lo manifiestan con algo complicado, o sea, descompensado, que tiene la acumulación de líquido, tiene este edema en las piernas, toda retención de agua, tiene riesgo de sangrado, riesgo de tener encefalopatía hepática, que esto es desorientación y por causa hepática. Entonces son ya grados más avanzados de la enfermedad, que claro, ya avientan al paciente a buscar una atención médica, pero en una fase pues ya más compleja.

Sandra Villalobos: Ernesto, por ejemplo, aquí. ¿Si se detecta a tiempo, el daño es reversible, el hígado puede volver a estar sano?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Hasta, digamos, hasta un cierto punto, sí. El hígado tiene esta propiedad, no única, pero muy característica de cierta regeneración. Y esto es si lo que está causando el daño, o sea, la cicatriz, lo que está causando este daño en el hígado cesa, el hígado sí tiene esta capacidad de irse regenerando. Siempre y cuando no tenga todos los diversos agresores u otros agresores. Pero definitivamente llega un punto en el que parecería que ya no hay un retorno, no tenemos todavía, digamos, cuál es el punto donde sí puede potencialmente revertir esta cicatriz, esta fibrosis, pero definitivamente si se diagnostica a tiempo y se implementa todo un tratamiento metabólico, etcétera, puede no solo no avanzar, porque al final lo que queremos es en personas que se identifican en una edad… en una etapa ya muy avanzada, lo que queremos es que no llegue esa persona a la cirrosis. Entonces, desde el primer objetivo en esas personas es como frenarlo, pero definitivamente puede haber una reversibilidad. Sí lo puede haber, pero debe la persona de desaparecer todos esos agresores hacia el hígado.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es importante de la reversibilidad porque no hay estudios, digamos, adecuados para poder medir qué tanta reversibilidad hay de fibrosis. Si hay medicamentos, hay ensayos clínicos que nos están, digamos, dando algunos datos de que con cierto tiempo podemos tener regresión de la cicatriz, pero es un proceso que tardó 10, 15, 20 años. Tampoco podemos esperar que vamos a tener una regresión de la cicatriz en un año, con un proceso tan crónico, entonces, lo primero es lo que mencionaba Ernesto, adecuadamente de frenar la enfermedad, estabilizar, modificar los factores de riesgo y con el tiempo, pues ir teniendo una mejoría de esta cicatriz. Pero toma, toma cierto tiempo.

Sandra Villalobos: Sergio, ¿cuál es la diferencia entre fibrosis y cirrosis?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: La cirrosis es una fibrosis avanzada, entonces la cirrosis como tal, el nombre se extrae de un diagnóstico histopatológico, de una biopsia, cuando se ve pues la característica que los histopatólogos pues describen como cirrosis. Pero el concepto es que una fibrosis que empieza desde un grado uno, que es una un depósito de colágeno de cicatriz, que es en bajo grado entre los hepatocitos, esto va avanzando hasta que se vuelven, digamos, una cicatriz muy avanzada que conecta entre diferentes puntos, crea nódulos y esto produce lo que conocemos como una fibrosis grado cuatro o cirrosis.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿cuál es el tratamiento para cada uno de ellos?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Uno, el mejor tratamiento de hígado graso es lograr pérdida significativa de peso. En los diversos estudios científicos, quien logra una pérdida de peso de un siete a un 10% son las personas que más logran eliminar grasa del hígado y que no progresa o, incluso, revierte la fibrosis. Entonces el tratamiento es cómo lograr esta pérdida de peso. Entonces estamos hablando de un tratamiento integral, un tratamiento son personas que definitivamente enviamos a nutriología, expertos, hacemos un plan de ejercicio. Podemos incluso hacer uso de fármacos, coadyuvantes en la pérdida de peso e incluso hasta la cirugía metabólica bariátrica está muy bien estudiada en personas que tienen hígado graso con fibrosis, entonces si quisiéramos resumir cuál es el tratamiento de elección, es un adecuado control metabólico que logre una pérdida significativa de peso. Ya en una etapa de cirrosis, depende mucho en qué estadio está, en una etapa asintomática o compensada, como decía Sergio, o en una etapa avanzada. En la etapa asintomática es básicamente lo que acabo de mencionar, un adecuado control metabólico para que no dé el brinco hacia la hacia la etapa terminal. Actualmente en México no hay un medicamento específico con evidencia sólida para la fibrosis. Sin embargo, eso va a cambiar relativamente rápido, es una de las enfermedades, a nivel mundial, donde más investigación existe por el gran problema de salud pública y potencialmente habrá fármacos novedosos donde no solo limiten la progresión, sino den cierta reversibilidad a la fibrosis.

Sandra Villalobos: Sergio, más allá de lo físico, ¿qué impacto emocional puede tener un paciente de recibir este diagnóstico así, sobre todo si se sentía sano?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esta es una pregunta importante en el sentido que en la consulta tenemos que también hacer este tamizaje de pues la situación emocional de nuestros pacientes, porque se ha visto que una vez recibiendo este diagnóstico, pues hay un gran porcentaje de pacientes que pueden tener depresión o caer en depresión. Y esto nos va a complicar mucho el manejo del paciente porque no va a estar estimulado para hacer ejercicio, para seguir dietas, y esto pues nos va a hacer una bola de nieve que nos vamos a caer hacia la fibrosis y progresión de la enfermedad. Entonces hay que darle el apoyo y como bien dice Ernesto, esto es un manejo integral, es un manejo multidisciplinario que necesitamos diferentes especialistas para poder identificar qué pacientes vamos a enviarlos a valoración psicológica, psiquiatría, a dietista, nutriología, hay que hacerle un esquema de ejercicio, ya que el músculo es algo esencial en esta patología para mejorar la resistencia a la insulina, nos va a proteger a futuro. Y los parámetros de peso también es algo a considerar con los pacientes, porque siempre decimos obesidad, sobrepeso, pero esto el parámetro que usualmente tenemos es el índice de masa corporal, pero ya hay otros parámetros más finos, como es la composición corporal, para ver qué cantidad o porcentaje tenemos de grasa corporal y de músculo, que nos va a guiar un poco mejor el tratamiento, porque el paciente que hace ejercicio, que sigue las dietas y empieza a subir de peso por el ejercicio, se puede estresar y también tener problemas en cuanto al apego al manejo.

Sandra Villalobos: Ernesto, una vez ya diagnosticado, ¿cada cuánto nosotros deberíamos revisar el hígado para ver si mejora o está empeorando?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Depende mucho en qué etapa, podríamos ir en una etapa con un hígado graso simple, o sea, sin fibrosis, son personas pues que normalmente continúan su seguimiento metabólico con su internista, con su endocrinólogo, etcétera. Y desde el punto de vista del hígado, podemos revisar un ultrasonido cada seis, 12 meses. En cambio, pacientes con fibrosis, hígado graso, pero ya en esta etapa de fibrosis, generalmente son personas que vemos de una forma un poco más frecuente, cada cuatro o cinco meses. Pero en la evaluación de la fibrosis, como comentó Sergio, pues lleva cierto tiempo el revertir, entonces estudios para ver cómo va la fibrosis, pues generalmente lo hacemos después de un año, año y medio, para ver qué resultado está teniendo las maniobras que estamos haciendo. Entonces aquí es muy variable el seguimiento, dependiendo de cuál sea el estado o la etapa en la que se encuentre cada persona.

Sandra Villalobos: Sergio, para lo que nos están escuchando, los que nos están viendo y quieren prevenir precisamente y cuidar su hígado desde ahora, ¿qué hábitos diarios pueden pues implementar para tratar de mantenerlo sano?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Algo que es muy importante, que a veces no consideramos, que no desayunemos, o sea, que nos quitemos ese esa costumbre de irnos con un café a trabajar. Bueno, el desayuno se ha visto que es muy importante para poder tener esta, digamos, este cronología de dieta, que la ingesta calórica empieza desde temprano para que en las siguientes comidas no sea tan alta y que lleguemos a la noche, pues con una buena saciedad y no tengamos este, digamos, atracón de comida hipercalórica en la noche, que pues va a perpetuar este problema de hígado graso y de problemas metabólicos. La dieta mediterránea es una muy buena dieta para poder este seguir, ya que esta es la que tiene más evidencia para disminuir de peso y de disminuir el contenido de grasa intrahepática y tener una rutina de ejercicio, que la recomendación es más o menos que se tenga por lo menos 150 minutos de ejercicio a la semana o más o menos 60 minutos tres veces a la semana. Y este ejercicio tiene que ser aeróbico, isométrico, meter algo de volumen para músculo, pero no tiene que ser algo de hipertrofia muscular como tal, es más cardiovascular.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Y lo segundo es limitar alcohol, eso es una parte, si quieres mantener tu hígado sano, el alcohol, incluyendo la tarde de viernes o de sábado, donde se supere esta cantidad, que esa puede ser un consumo, digamos, más frecuente. Se sabe que si hay una tarde donde hay cinco o seis bebidas, pues eso fue tóxico a nivel hepático. Y, por otro lado, algo benéfico es el café. O sea, el café es amigo del hígado, obviamente que no tenga un exceso de azúcar, pero si algo, digamos, queremos un hepatoprotector, ese es el café.

Sandra Villalobos: Y sin azúcar mucho mejor.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Sí, exacto. Y como dato, pues los estudios mencionan que, a partir de tres, cuatro tazas al día, o sea, tampoco hay que preocuparnos de que haya dos, tres tazas.

Sandra Villalobos: Algún límite.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Exactamente. Digo, hay que buscar también las otras patologías que tengamos también para poder tener recomendaciones específicas, pero para el hígado se ha visto esto como un antioxidante.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿podrías decirnos algunos alimentos que una persona que ya tiene hígado graso, que quiera revertir el estado, debería dejar de consumir ya mismo?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Ya, más que alimentos específicos, o sea grupos de alimentos. O sea, todo lo que traiga una etiqueta de alto en azúcar, que es la mayoría de estos productos utilizan un tipo de azúcar derivado de fructosa, causa muchísimo hígado graso, esos cero; refrescos, cero; comida rápida, cero. Ese grupo de alimentos definitivamente son de los que tenemos que sacar de la ecuación en este grupo de pacientes, más que algún alimento en específico.

Sandra Villalobos: Ernesto, ¿a qué edad deberíamos ya empezarnos a revisar el hígado, aunque no haya síntomas?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Es variable, no hay, digamos, una edad específica, todo depende de si hay alguna enfermedad metabólica. O sea, por ejemplo, un adolescente, adulto joven, con obesidad, diabetes, ese es un buen momento para revisar con un ultrasonido si hay presencia de hígado graso, o en otra en otra etapa, ante un diagnóstico reciente de alguna enfermedad metabólica. O sea, no hay, digamos una edad en la cual se recomiende, sino basado en los antecedentes, en las características de cada persona.

Sandra Villalobos: Ahora sí, vamos a poner a prueba algunas creencias sobre el hígado graso. Empezamos contigo, Sergio, la grasa en el hígado no es peligrosa, ¿verdad o mito?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Mito es lo que mencionamos durante la charla que no es infrecuente en la consulta, pacientes que llegan diciendo “sí, hace 10 años me detectaron hígado graso y pues me dijeron que ningún problema, que sería mi vida normal”. Bueno, ya hay estudios que nos hablan, incluso sin fibrosis, sin cicatriz, que el solo tener hígado graso nos da un riesgo cardiovascular más elevado que alguien que no tiene hígado graso. Entonces esto es a considerar porque es un marcador que grasa se está depositando en los órganos donde no debería de estar. Y no sólo probablemente está en el hígado, sino puede haber placas de ateroma que esto ya nos va a aumentar el riesgo cardiovascular a futuro.

Sandra Villalobos: Ernesto, sólo los adultos mayores desarrollan hígado graso, ¿verdad o mito?

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Mito. Estamos viendo, como se comentó anteriormente, una epidemia de hígado graso en adolescentes y el problema es la progresión que pueden tener, pues a edades jóvenes, puede afectar a cualquier edad.

Sandra Villalobos: Sergio, si tengo hígado graso, debo hacer una dieta sin grasa, ¿verdad o mito?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es mito porque hay diferentes tipos de grasas. Que esto es algo que muy frecuentemente en la consulta encuentro, que me dicen, doctor, es que llevo una dieta cero grasas y aun así tengo hígado graso y no bajo de peso. Y tal vez lo está supliendo por otro tipo de alimento, como carbohidratos simples, que esto es peor. Las grasas saturadas son malas, digamos, para todo este proceso metabólico y lo que hay que volver a ver es pues aceite de oliva, que es parte de la dieta mediterránea, que esto es benéfico para la dieta en un paciente con hígado graso.

Sandra Villalobos: Sergio, ¿verdad o mito? ¿El hígado graso es igual a cáncer?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Esto es mito. Es una pregunta importante porque muchos pacientes que encontraron la consulta, vienen ya con el preconcepto de que tengo hígado graso, entonces tengo cáncer hepático. El hígado graso es una enfermedad que nos puede predisponer a ciertos tipos de cáncer, como incluyendo el cáncer hepático, pero es en un sustrato de que el paciente ya tiene cierta fibrosis avanzada, ya tiene cierta cicatriz y daño crónico. Entonces son pacientes que tenemos que identificar para si tienen una fibrosis ya avanzada. meterlos en estrategias de prevención como es ultrasonido cada seis meses. Y es una información que el paciente también se la tenemos que ofrecer porque tenemos que darles ese poder para poder también empoderarse de la enfermedad y solicitar ciertos estudios que son de prevención y que deben de estar en su seguimiento habitual.

Sandra Villalobos: Perfecto. El hígado graso es silencioso, pero no ofensivo. Lo más peligroso es pensar que mientras no hay síntomas, no pasa nada. Hoy aprendimos que lo que comemos, el dejar de movernos y hasta el estrés, impactan directamente nuestra salud hepática. Gracias por acompañarnos en este episodio de En Consulta. ¿Con qué mensaje final les gustaría terminar este podcast?

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Es muy importante la prevención de enfermedades metabólicas. Hay que hacer cambios de estilo de vida para evitar llegar al hígado graso, pero si tenemos hígado graso es un problema añadido, no es algo digamos asintomático, es algo que nos manifiesta un problema que tenemos que prevenir y estadiar si tenemos ya alguna situación de fibrosis o cicatriz, que tenemos que darle importancia pronóstica. Y como bien dice Ernesto, pues limitar ciertos hábitos como es el consumo de alcohol nocivo para también controlar estos riesgos.

Sandra Villalobos: Ok, Ernesto.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Uno, no minimizar el hígado graso es un problema de salud importante. Afortunadamente no todas las personas progresan a estas etapas agresivas y lo que recomendaría, si en algún estudio rutinario por X motivo se documenta que tienen hígado graso, acudir a evaluación y ya será la función del especialista en determinar en qué etapa y qué pasos a seguir, pero no es normal tener grasa en el hígado.

Sandra Villalobos: Perfecto. Muchas gracias a ambos por estar aquí con nosotros, En Consulta.

Dr. Ernesto Márquez Guillén: Gracias.

Dr. Sergio Muñoz Martínez: Muchas gracias por la invitación.

Sandra Villalobos: El hígado graso es silencioso, pero no ofensivo. Lo más peligroso es pensar que mientras no hay síntomas, no pasa nada. Hoy aprendimos que lo que comemos, el dejar de movernos y hasta el estrés impactan directamente nuestra salud hepática. Gracias por acompañarnos en este episodio de En Consulta. Si crees que esta información puede ser útil para alguien más, compártela. También puedes suscribirte a nuestro canal de YouTube, seguirnos en Spotify y Apple Podcast para no perderte ninguno de nuestros próximos episodios. Soy Sandra Villalobos y a nombre del Centro Médico ABC te damos las gracias, hasta pronto. Esto fue, En Consulta.

En Consulta el Podcast del ABC

En Consulta el Podcast del ABC

Bienvenido al espacio donde los médicos especialistas del ABC despejan tus dudas y te brindan la información que necesitas para cuidar de ti y los tuyos.

Escúchanos en:

Podcast de Apple Spotify YouTube