Una cardiopatía congénita es un defecto en el corazón, ya sea en la estructura o en el funcionamiento del órgano, que se presenta al nacer un bebé y que se fue desarrollando durante el embarazo.
Se considera que las cardiopatías congénitas son el defecto de nacimiento más común y una causa frecuente de muerte durante el primer año de vida.
¿Qué son los defectos cardíacos congénitos?
Frecuentemente no hay una causa que se relacione a la aparición de una cardiopatía congénita. En términos generales, se suelen dividir en dos tipos:
- Cianótica: los defectos cardíacos que están en esta categoría ocasiona niveles bajos de oxígeno en la sangre, resultando en un color azulado en la piel.
- No cianótica: dentro de estos defectos en el corazón, la sangre pasa correctamente a los pulmones y hay buena oxigenación, pero se puede presentar un exceso de sangre en estos órganos.
Aunque las cardiopatías se dividen en tipos, se pueden llegar a presentar de manera solitaria o en conjunto con otras cardiopatías.
¿Qué impacto tiene en los niños una cardiopatía congénita?
Que un niño o niña nazca con una cardiopatía, le traerá efectos en su salud y crecimiento. Dentro de estas complicaciones se encuentra el desarrollo del bebé, generalmente, en los primeros cuatro o cinco meses después de nacer, los bebés sanos logran duplicar su peso, mientras que los bebés con esta malformación aumentarán de peso de una manera más lenta.
También pueden presentar taquicardia, aumento de la frecuencia respiratoria, poca hambre, pero mayor necesidad de consumo calórico; infecciones respiratorias con una mayor frecuencia, poco oxígeno en la sangre y poca absorción en los nutrientes de la comida.
Por consecuencia, las enfermedades del corazón en niños pueden generar un retraso en su desarrollo, problemas de aprendizaje o, incluso, necesidad educativa especial.
¿Cómo impacta en los adultos una cardiopatía congénita?
Actualmente, la mayoría de los niños que nacieron con defectos cardíacos congénitos llegarán a la vida adulta, aunque pueden contar con lesiones residuales, secuelas o complicaciones que se verán reflejadas como problemas electrofisiológicos, enfermedades de las válvulas, complicaciones infecciosas o la afectación de otros órganos o sistemas.
Un adulto con una cardiopatía congénita tiene riesgo de vivir complicaciones incluso, si fue operado cuando era niño, motivo por el cual es importante dar atención médica especializada a lo largo de su vida.
El tipo de chequeo, así como su frecuencia, deberá ser indicado por el médico especialista en función a las características particulares de cada paciente, ya que existen casos leves o complejos.
Tratamientos y prevenciones
Durante la infancia, el tratamiento que se debe elegir dependerá del tipo de afección que presente el bebé, así como la respuesta que el pequeño está dando. Los tratamientos engloban desde únicamente monitoreo para ver que no aumente la complicación, el uso temporal o permanente de medicamentos o hasta procedimientos quirúrgicos.
En muchas ocasiones, las enfermedades cardíacas congénitas pueden ser tratadas de manera exitosa durante la infancia. También se puede presentar que en esa época el padecimiento no sea lo suficientemente grave, pero ya en la edad adulta sí cause problemas.
Sin importar si la cardiopatía se detectó en la infancia y se ha dado la atención pertinente en el momento, será importante mantener una constante evaluación médica. Esto con el objetivo de detectar a tiempo una posible progresión en este tipo de padecimientos.
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Fuentes:
MedlinePlus, Stanford Medicine Children’s Health, Mayo Clinic
