El dolor crónico es una clasificación del dolor que se utiliza para indicar un tipo de dolor constante que afecta la calidad de vida de la persona que lo ha desarrollado. Con frecuencia, hay personas que experimentan dolor de cabeza crónico o dolor de espalda crónico, pero esta condición va mucho más allá de solo eso.
Qué es el dolor
La sensación incómoda y molesta que sucede cuando el cuerpo detecta algún tipo de daño real o potencial en alguno de sus tejidos, se llama dolor; este sirve como una señal por parte del cuerpo para alertar al cerebro e indicarle que algo no está bien.
Dependiendo del tipo y la duración del mismo, entra en una de dos clasificaciones.
- Dolor crónico: un tipo de dolor persistente por más de tres meses y puede prolongarse por varios meses o hasta por años.
- Dolor agudo: el tipo más frecuente de dolor, se presenta de manera repentina y suele deberse a alguna lesión, trauma o enfermedad; una vez que se ha corregido la causa subyacente, el dolor suele desaparecer.
En general, el dolor es un fenómeno complejo que involucra componentes físicos y emocionales, donde el sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos tienen un papel crucial.
Físicamente, cuando los receptores nerviosos detectan algún tipo de daño, es el momento en el que envían señales de alerta al cerebro y es el momento en el que se percibe el dolor. Pero esta percepción está influenciada por múltiples factores como los psicológicos, emocionales, sociales y hasta experiencias de vida; así que puede haber personas con un umbral del dolor alto y otras con uno bajo.
El dolor crónico, a diferencia del dolor agudo que tiene una función protectora o de alerta, a menudo no tiene un propósito útil y se puede convertir en una condición por sí misma.
Existen múltiples causas que pueden desencadenar esto, en ocasiones puede ser una causa clara como un accidente, pero en otras ocasiones puede surgir por causas no perceptibles.
Clasificación del dolor
Aunque no todo dolor tiene el riesgo de llegar a la clasificación de dolor crónico, la realidad es que cualquier dolor, más múltiples otros factores, podría llegar a convertirse en esto.
El dolor se puede dividir en función a su origen:
- Dolor nociceptivo: se produce cuando los nervios receptores del dolor son activados por algún daño en los tejidos y esta señal se transmite por las vías del dolor hasta el cerebro.
- Dolor neuropático: aquí los nervios son los que están dañados o cuentan con un mal funcionamiento; la sensación de dolor aquí puede percibirse como algo ardiente, punzante o como una descarga eléctrica.
- Dolor psicógeno: en esta categoría se puede considerar que no hay una causa física (daño a tejido o a los nervios) que provoque el dolor y su origen es psicológico; aunque no hay una causa física, este tipo de dolor es igual de importante de tratar.
Más allá de su origen, la clasificación del dolor también está relacionada a su ubicación, el dolor localizado es el que se percibe en un área específica del cuerpo; mientras que el dolor generalizado afecta diferentes áreas o hasta todo el cuerpo.
Qué tomar para el dolor de cuerpo
Ante el dolor agudo y crónico, suele generarse la pregunta ¿qué tomar para el dolor de cuerpo? Pero antes de tomar cualquier cosa, es importante que se visite a un médico especialista, que puede ser el médico tratante de la condición subyacente, o con un médico algólogo que es el especialista en el manejo del dolor.
Esto se debe a que, al momento de contar con dolor crónico, ya se vuelve por su misma condición en un desafío.
Existen diversos enfoques de tratamiento para el dolor crónico:
- Medicamentos: aquí van desde medicamentos como antiinflamatorios no esteroides, hasta analgésicos, antidepresivos, anticonvulsivos o relajantes musculares; es importante no tomar medicamentos para el dolor sin recibir consulta previa, debido a que en muchos casos puede no tener ninguna reacción o incluso agravar la condición o generar otros efectos secundarios.
- Rehabilitación física: la fisioterapia, los masajes y las terapias manuales son algunas opciones.
- Terapia psicológica: dependiendo del origen del dolor puede requerir terapia cognitivo conductual, meditación u otras terapias para mejorar el bienestar emocional.
- Cambios en el estilo de vida: también la algología puede recomendar realizar ejercicio de manera regular, llevar una dieta balanceada o una buena higiene del sueño.
Debido a los múltiples orígenes del dolor crónico, afección que afecta a millones de personas en todo el mundo, es importante que, en caso de presentar cualquier tipo de dolor por más de tres meses, esto sin importar si tiene un origen claro o desconocido.
En el área de Medicina Interna del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!
Fuentes:
MedlinePlus, MSD Manuals, Cigna