El cáncer, más que una definición, es una situación de conceptos.
El cáncer infantil es la segunda causa de mortalidad en México, después de los accidentes, entre los cuatro y 15 años de edad. Hay una serie de padecimientos que la gran mayoría son de causa desconocida. A diferencia del cáncer del adulto, en el niño se tiene que entender que se encuentra en un proceso de crecimiento y desarrollo y que en algunos casos las células de pronto empiezan a mutar, a producir tumores o leucemias.
El doctor Roberto Rivera Luna, oncólogo, hematólogo, pediatra y director médico del Centro Oncológico Pediátrico del ABC, explica que un niño con cáncer tiene las mismas armas terapéuticas que un adulto. El tratamiento es multidisciplinario, es decir, que intervienen varias disciplinas como la cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Actualmente, con el advenimiento de nuevos medicamentos, nuevos componentes y terapias más personalizadas como la inmunoterapia y otros tratamientos, los niños tienen muchas posibilidades de curarse hasta en un 80 por ciento, si se detecta a tiempo.
Síntomas que alertan
En los niños, es el padre, la madre o el pediatra, quien detecta la presencia de ganglios inflamados en el cuello, en las axilas, crecimiento del bazo, del hígado y otras manifestaciones. Si es leucemia o un linfoma, aparecen pequeños moretoncitos del tamaño de la cabeza de un alfiler o verdaderos hematomas, moretones grandes, sangrado de nariz o de encías. Si el niño no tiene leucemia ni linfoma, pero tiene una gran distensión abdominal, que no pueda estar cómodo, come con dificultad o tiene náuseas, puede ser un tumor.
Cuidados y especialistas
El indicado para atender a un niño con cáncer es el oncólogo pediatra porque necesita conocer cómo administrar las soluciones, medicamentos, transfusiones y si es necesario, antibióticos. No se le da la misma dosis a un niño de un año, que a uno de tres o a uno de 15. Además, con los pacientes pediátricos se necesita una buena infraestructura hospitalaria, un laboratorio y un hospital de 24 horas.
Tratamientos y alternativas
Los niños con cáncer pueden recibir durante su tratamiento: cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias blanco o inmunoterapias. Las terapias blanco son la nueva tendencia en la actualidad y son tratamientos individualizados. Van dirigidas específicamente a la célula maligna.
Esta terapia la estamos usando en los niños con leucemia refractaria, que son niños que recayeron una vez, los volvemos a tratar con quimioterapia o quimioterapia blanco por ocho semanas y posteriormente, someterlos a un trasplante de células hematopoyéticas (médula ósea) de un donador relacionado, afirma el doctor Rivera Luna.
Candidatos a trasplante de células hematopoyéticas
Hay criterios muy rígidos para trasplante, si un niño de entrada, en el caso de padecer leucemia aguda linfoblástica, en cualquier hospital del mundo, el primer paso es estudiarlo bien, adjudicarle el pronóstico que tiene. Hay niños que tienen bajo riesgo y esos niños se curan con pura quimioterapia pero son los menos. Los niños de alto riesgo o los niños de riesgo habitual pero que han recaído, son los que pasan a un programa de trasplante, señala el especialista. Para finalizar, el médico Roberto Rivera Luna subraya que hay muy pocas instituciones privadas a nivel nacional como el Centro de Cáncer ABC que poseen toda la infraestructura médica y técnica para el manejo integral de estos niños. Una de sus fortalezas es que está certificada a nivel internacional por la Joint Commission International, que sigue los parámetros de calidad necesarios para poder brindar la mejor atención y seguridad tanto a los pacientes adultos como a los pediátricos.
En el área de Oncología Pediátrica del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!